Buenos propósitos

Es época de propósitos: buenos y bienintencionados. Casi siempre se quedan ahí, en el brindis y en el lunes. En el punto de salida del año nuevo.

Salen de la revisión del estado actual de nuestra vida. Al análisis de carencias e ilusiones. Este ejercicio es muy positivo. Nos ilusiona.

Tal vez no tengamos ya muchas ilusiones después de otro año duro, pero hay que seguir. No queda otra.

Queda mucho trabajo por delante. Esta época navideña, con sus fiestas y su alegría impostada, con sus actos religiosos y su consumismo está dejando de tener sentido. No estamos para inventarnos gozos ni para cercenar economías raquíticas sin un porqué real, pero seguimos insistiendo.

Ahora ni siquiera podemos disfrutar de unas vacaciones sin sentir a nuestra conciencia murmurar qué suerte tenemos.

Por eso en nuestra lista de buenos propósitos estará el agradecimiento a la vida y el compromiso a seguir peleando porqué lleguen los derechos básicos a todos. Vaya mierda de navidad e hipocresía cuando ves pena en los ojos de un niño y dolor en el alma de unos padres. Obligados por un invento de institución religiosa.

Estas situaciones ya están en nuestra escalera, en nuestra calle, en nuestra vida.

Así que después de seguir aprendiendo inglés, buscar de nuevo gimnasio o empezar con running este año, de apuntarnos a la dieta más novedosa o dejar de comernos las uñas, no podemos olvidar que tenemos responsabilidades ciudadanas.

No salvaremos el mundo, pero debemos ser consecuentes y responsables con nuestra participación social, con respetar nuestros derechos y exigir responsabilidades, a nosotros y a los que dirigen. Entramos en año electoral y todos tenemos algo que decir. Esta situación tan injusta, este mangoneo tan extendido ha de terminar, hemos de ponerle fin. Sin miedo.

Después de todo, de un año cabrón como han sido los últimos me quedo con las buenas personas que han pasado por mi vida. Con las palabras amables que hemos compartido, con su apoyo y su afecto, su ayuda y su compañía. Así ha sido más fácil, incluso posible llegar a fin de año.

Gracias y feliz año nuevo.