El sábado por la noche, una patrulla del Grupo Operativo de Respuesta detectó un vehículo de gran cilindrada circulando a gran velocidad por la calle Llaut. Al ver a los agentes, el conductor trató de huir hacia Llucmajor, pero otra unidad bloqueó el paso y les detuvo.
TELÉFONOS SUSTRAÍDOS Y OBJETOS OCULTOS
Durante la identificación, uno de los sospechosos intentó esconder un móvil bajo el coche.
Los agentes hallaron también una mochila con diez teléfonos de alta gama, una cadena metálica y ropa. Los dispositivos tenían arena, lo que reforzó la sospecha de robos a turistas en la playa.
Poco después, uno de los móviles recibió una llamada: la dueña denunció que dos hombres le habían robado el terminal tras abrazarla cerca de una discoteca.
MODUS OPERANDI JUNTO A DISCOTECAS
La investigación confirmó que el grupo actuaba coordinado. Abordaban a turistas simulando bailar con ellos y aprovechaban la distracción para quitarles móviles y objetos personales. En un caso, uno de los ladrones golpeó a una víctima cuando esta les recriminó el robo.

MÁS VÍCTIMAS Y CARGOS ADICIONALES
Tras las detenciones, otra persona denunció el robo de su móvil y tarjeta bancaria. La entidad detectó intentos de pago, por lo que se sumó un delito de estafa. El conductor del coche no tenía permiso, añadiéndose un delito de seguridad vial.
La Policía recuperó todos los teléfonos y los devolvió a sus dueños.
La investigación sigue abierta y no se descartan más víctimas.








