El 18,5 por ciento de los vehículos que se presentaron a la ITV no la superaron a la primera. Alumbrado y señalización y ejes neumáticos y suspensión, fueron principales motivos de estos rechazos.
En conjunto, el número de defectos graves localizados en los vehículos fue de 5.635.780, un 1 por ciento inferior (245.835 menos) a los localizados en 2011. Sin embargo, muchos automóviles presentaban más de un defecto grave, motivo por el que este número es mayor que el de vehículos rechazados.
Los motivos de rechazo más habituales de los 3.143.227 vehículos fueron en esta ocasión alumbrado y señalización, que aglutinaron el 23,8 por ciento de los fallos graves detectados y que suponen un incremento del 4,5 por ciento con respecto a 2011, seguidos del concepto de ejes, ruedas, neumáticos y suspensión con un 21,4 por ciento, que también aumenta respecto al año anterior un 2,3 por ciento. A continuación, los del sistema de frenos, con un 15,7 por ciento, que se mantiene igual que en 2011.
En cuanto a los defectos leves, el principal apartado también fue el de alumbrado y señalización (35,9 por ciento), seguido de motor y transmisión (18,9 por ciento), acondicionamiento exterior, carrocería, chasis (16,5 por ciento) y frenos (12,7 por ciento).
En 2012 cerca de 900.000 defectos graves en frenos se repararon tras su detección en centros de ITV. Según el estudio “Contribución de la Inspección Técnica de Vehículos a la Seguridad Vial”, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de los Vehículos Automóviles Duque de Santomauro (ISVA) de la Universidad Carlos III de Madrid, en 2011 las estaciones de ITV evitaron 170 víctimas mortales, cerca de 11.000 heridos de distinta consideración y al menos 11.000 accidentes de tráfico. Este mismo estudio afirma que si el 20 por ciento de los vehículos que no acudieron a las inspecciones obligatorias lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 7.100 accidentes.