¿Centros escolares?

Este año el tema estrella de conversación deja de ser el de los piojos y cobra protagonismo todo lo relacionado con el coronavirus. Alumnos que ya han dado positivo y no pueden incorporarse al curso, profesores que no pueden trabajar porque tienen alguna enfermedad...

La vuelta al cole nos ha devuelto una imagen inusual desde la década de los cincuenta cuando los centros educativos eran concebidos como centros de instrucción. Y es que el COVID-19 ha traído la disciplina a las aulas.

Estos primeros días de clase, son muchas las imágenes de centros escolares que parecen centros militares en los que sus alumnos tienen que guardar fila escrupulosamente guardando la distancia de seguridad para acceder a las aulas, tomarse la temperatura o abandonar el recinto escolar.

Otra de las imágenes que nos conducen al pasado es ver a los niños perfectamente sentados en sus pupitres, inamovibles e impávidos durante las seis horas lectivas que los menores están bajo el techo de la docencia.

Después de muchos años de aplicar metodologías asertivas y conciliadoras en la resolución de conflictos dentro del sistema educativo o el desarrollo de estrategias para gestiinar la disciplinia huyendo de la visión punitiva de las mismas, se presume que el coronavirus será la varita mágica que hará recuperar el orden y la disciplina en los colegios.

El varapalo sanitario y social que está suponiendo el coronavirus va a despertar las conciencias de muchos alumnos; a buen seguro que esta situación a muchos les ha hecho madurar antes de hora y otros acabaran de consolidar nuevos aprendizajes con estos nuevos hábitos y rutinas.

Sin duda, nuestros alumnos van a aprender algo de todo esto sin que esos aprendizajes estén recogidos en los currículos académicos; y no por ello se constituyen como aprendizajes menos importantes, quizás más bien todo lo contrario. Serán aprendizajes de vida.

Pero, evidentemente, el coronavirus no trae únicamente cosas positivas. Lo sanitario pasa por encima de lo educativo y pedagógico con lo que daremos pasos atrás en lo que respecta a metodologías de aprendizaje. Los docentes volvemos a estar frente al reto de reinventarnos para adaptarnos a esta nueva normalidad.

Y bajo este paraguas, muchos nos planteamos la reflexión del papel que juega el sistema educativo en la sociedad. Pero esta reflexión me la reservo para la próxima semana.