Cientos de miles de personas -según la Guardia Urbana, un millón- han participado este lunes en la Diada más reivindicativa en el centro de Barcelona. Al grito de "Indepèndencia" y "Votarem", los asistentes han escenificado el pulso que mantiene el independentismo catalán con el Estado y Justicia.
Poco antes de las 17 horas ha arrancado la gran manifestación a favor del referéndum. Una hora antes ya había miles de personas en el centro de la capital aguardando para participar en la misma. Entonces se ha hecho un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los atentados del 17 de agosto en la Rambla y Cambrils. Justo después se ha cantado "Els Segadors".
Durante la manifestación los organizadores piden a los asistentes que aporten dinero para sufragar las sanciones impuestas por el Tribunal de Cuentas a los altos cargos, entre ellos el entonces president Artur Mas, que pusieron en marcha el referéndum del 9-N.
Los festejos han comenzado con la tradicional ofrenda de floral en el monumento a Rafael Casanova, conseller en cap y líder de la resistencia durante el asedio a Barcelona en 1714 de las tropas de Felipe V en la Guerra de Sucesión. Los miembros del Govern, con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a la cabeza, han abierto la ronda de ofrendas al monumento.
PUIGDEMONT NO TEME SER DETENIDO
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado este lunes que no tiene "miedo" a ser detenido por desobedecer al Estado en la organización de un referéndum para el 1 de octubre y ha explicado que ya se están preparando «alternativas» para poder votar en aquellos municipios que no colaboren.
"Allí donde el lugar tradicional de votación no sea el habitual, va a haber una alternativa idéntica» en términos de accesibilidad", ha garantizado.
Ante la prensa internacional presente en la sala de prensa del Palau de la Generalitat, ha subrayado que «los catalanes van a votar el próximo 1-O», aunque se ha mostrado «abierto» a «acordar un referéndum si el Gobierno español» quiere, si bien ha subrayado que «no hay ningún tipo de contacto» en este sentido.








