ÁNGEL MIRALLAS.- Personajes cercanos, contemporáneos, ubicados en diferentes lugares de la geografía Argentina, protagonizan seis historias diferenciadas, sin ninguna relación entre ellas, más que la rabia contenida, el hartazgo social, la venganza y la violencia. No nos es tan ajeno; lo que ellos ponen en práctica, por descabellado que parezca, seguro que ha pasado, alguna vez, por la cabeza de más de uno de nosotros.
No es causalidad que “Relatos salvajes” haya ganado el premio del Público en los festivales de San Sebastián o Sarajevo; es cine que, a pesar de lo extremo de sus propuestas, habla de personajes muy reales con los que es fácil identificarse pero que, en algún momento de la trama, explotan, llevando a término lo que más de uno hemos imaginado hacer pero nunca nos hemos atrevido. Vivir en sociedad es lo que tiene: normas y leyes de convivencia, a veces interesadas, que hay que respetar y acatar y que aplacan nuestros instintos más primarios. Afortunadamente, para diversión del público, para los personajes de estos relatos no hay muro de contención que valga.
Inspirada en aquella divertida serie de los ochenta, “Cuentos asombrosos”, creada y producida por Steven Spielberg, estos relatos no coquetean, sin embargo, con la fantasía o la ciencia ficción, no rebasan esa línea; se asientan en la realidad, en la cotidianeidad de sus escenarios y personajes, y eso es quizá lo que más atrae de su propuesta: la mayoría de las historias se desarrollan en entornos muy comunes y cercanos a todos nosotros y en situaciones cognoscibles.
Otra de las bazas de “Relatos salvajes” es que reúne algunas de las grandes estrellas del cine argentino, muy conocidos también en España, como Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia o Rita Cortese que se prestan a protagonizar historias de lo más descabelladas. Y en la batuta, Damián Sifrón, que dirige y escribe los episodios con mano firme, conjugando perfectamente la comedia negra y la crítica social, como ya hizo en su divertida “Tiempo de valientes”.
Recuerdo, allá por 1993, aquél personaje gris y antipático que un día, como si fuera una olla cuya válvula es incapaz de soportar la presión, se descontrola y explota. Aún así y todo, el personaje interpretado por Michael Douglas en un “Un día de furia”, de Joel Schumacher, consigue generarnos empatía porque aunque no compartimos la violencia de sus actos se rebela contra un sistema que no siempre es justo. “Relatos salvajes” recupera esa premisa y la multiplica por seis.
PUNTUACIÓN: 7,5
Director: Damián Sifrón
Reparto: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Rita Cortese, Érica Rivas
Ángel Mirallas / @Ahemir








