La consellera Catalina Cladera ha logrado que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, apruebe el plan de ajuste presentado por el Govern de les Illes Balears sin recortes adicionales que repercutan en los servicios públicos que la Administración presta a los ciudadanos. Todo un hito si se tiene en cuenta la trayectoria del ministro y que se trata de un hueso duro de roer, por lo que hay que felicitar al Ejecutivo de Francina Armengol, que ha conseguido que se desbloquee el pago de 257 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) del primer trimestre. Ante la revuelta general de las autonomías, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha decidido aflojar un poco la correa y dejar respirar a las comunidades autónomas que se quejaban de estar siendo asfixiadas por un gobierno en funciones que imponía límites de déficit imposibles de asumir. Así, Montoro ha ampliado el límite de déficit para este año 2016 del 0,3 al 0,7%.
Cladera ha logrado que el ministro Montoro apruebe el plan de ajuste sin recortes adicionales
Sin embargo, a la consellera Cladera tal incremento le parece insuficiente. Obviamente, habrá quien piense que suprimir cualquier tope al endeudamiento es mucho mejor, pero cabría preguntarse para quién, porque en todo caso la deuda ha de pagarse y los tipos de interés no estarán nunca tan bajos como están ahora. Hay que prever que subirán a medio o quizás a corto plazo. Y además, hay que cumplir con las exigencias de la Comisión Europea, que no se cansa en señalar que el talón de Aquiles de nuestra economía continúa siendo el nivel de déficit y la elevada tasa de paro, que como ayer recordó la EPA, en Balears no baja del 18%.
No queda más remedio que continuar conteniendo el gasto público en la medida de lo posible hasta que se consiga mejorar la financiación autonómica, porque disparar el gasto público en la esperanza de que ya se verá cómo se paga es asumir riesgos de forma altamente irresponsable.