Jesús Cacho, socio fundador del digital El Confidencial, se ha despachado a gusto con su exsocio, José Antonio Sánchez, a través de vozpopuli.com, el nuevo proyecto del periodista. Cacho juzga a El Confidencial como “un medio de comunicación hoy descabezado y sometido al albur de un par de oportunistas sin escrúpulos” y ha considerado una “obligación moral” contar el triste episodio que acabó con su salida de El Confidencial Según Cacho, el “éxito periodístico y miseria empresarial conviven” en el mencionado periódico a día de hoy y considera a José Antonio Sánchez (alias Totoyo) como máximo responsable por el “déficit de gestión debido al escaso nivel de preparación de Totoyo”. Explica el periodista que la llegada a la redacción de El Confidencial de Alberto Artero (alias McCoy), analista de Deutsche Bank y “responsable en su día de aquel negocio con ribetes de estafa que fue Terra, colocaron el pelotazo producto de las stock options de la Telefónica de Juan Villalonga” fue el principio del fin ya que Artero “se reveló como un intrigante” cuyo objetivo fue “romper el vínculo societario y de amistad existente entre Cacho y Sánchez”. De hecho, cuenta Cacho, a finales de otoño de 2009 Artero aseguró haber recibido una oferta de Pedro J. Ramírez (que luego sabrían que no era cierto), lo que obligó al medio a subirle el salario a fin de poder mantenerle en plantilla. Pero el exsocio de Cacho, José Antonio Sánchez, fue más lejos y se comprometió a entregar el 5% del capital social a Artero, lo que no fue aceptado por Cacho. Sin embargo acabó cediendo, se lamenta Cacho, aunque intentó rentabilizar al nuevo fichaje como periodista, lo que resultó del todo imposible y acabó en una discusión en la que Artero le contestó “Yo no he venido a esta casa a hacer de periodista”. En su artículo, Cacho arremete contra Artero pero culpa de lo sucedido al que fuera su exsocio: “Sánchez y sus celos. En efecto, desde que el éxito periodístico del diario se hiciera evidente, mi presencia se había convertido en insoportable para la levedad del personaje” y acaba: “eres casi un niño porque, aunque ya estás en la cincuentena, siempre serás el Totoyo, el chico que traía los cafés en Diario 16, un charlatán simpático que ni siquiera hizo Periodismo, necesitado siempre de una mano amiga para transitar por la vida porque te morirás siendo un ignorante. A todos los que te han ayudado, unos cuantos, has dejado en la estacada; a todos has traicionado, porque en modo alguno se puede decir de ti aquello de que “de bien nacidos es ser agradecidos”. El palentino termina su artículo haciendo un sutil pero intencionado llamamiento a los redactores de El Confidencial para que se incorporen a su proyecto.
