Cierre de campaña de traca. Vean este detalle, menor pero revelador, de cómo nos las gastamos en este país. En la noche del jueves, la cadena 24 horas de Televisión Española organizó un debate de actualidad, como hace todos los días. Como siempre, acuden al espacio diversos periodistas que en teoría deberían más o menos representar todo el espectro ideológico. Pero estamos en momentos críticos, cuando no se puede ceder ni un milímetro a la crítica ni a la oposición. Por lo tanto, miren ustedes la selección de los cuatro invitados de ayer: Luis Aizpeolea, de El País, un hombre prácticamente de la Moncloa; Juan Cruz, de El País, ídem, aunque con algún desliz menos ortodoxo; Fernando Jaúregui, un periodista bastante cercano a los planteamientos del PSOE que durante el programa no se cortó un pelo en manifestar su admiración por el ministro Rubalcaba y, finalmente, Miguel Ángel Liso, del grupo Zeta, editor de El Periódico de Cataluña, cuyos planteamientos nos podemos imaginar. No pido que en estas tertulias esté un incendiario de ultraderecha, pero ¿esto es lo que se puede llamar pluralismo? ¿Están aquí las líneas ideológicas más o menos representativas de la España de hoy? Ni siquiera un conservador de pocas luces para salvar la imagen. Este país no puede tener una protesta ciudadana contra los partidos políticos y que estos, en este caso el PSOE (pero el PP hubiera hecho lo mismo) mantengan la manipulación más escandalosa, irrestricta, ilimitada y bochornosa. Así estamos y así vamos.
