Nos citamos en su estudio, una travesía de calle Industria, cerca de la Plaza Serralta de Palma. Era una tranquila mañana de otoño, con temperatura más bien veraniega. Antes de empezar estuvimos en un bar cercano tomando café y eso permitió aderezar el inicio de esta entrevista.
Se me olvidó decirte que en esta zona es difícil de encontrar aparcamiento – Pues es verdad, me ha llevado casi media hora y al final, justo delante de tu estudio se ha ido una furgoneta.
… en el local hay obras de sus alumnos repartidas por varios caballetes.
Aquí doy clases a los alumnos, es una manera de estar al día. Con ellos también se aprende. Busco percibir su creatividad y no seguir protocolos académicos. Escojo un tema técnico y les dejo libertad, solo intervengo si es realmente necesario. Me agrada que se expresen con personalidad. Me complace estar con ellos, nos lo pasamos bien.

Hijo de Milagros Pérez López, administrativa funcionaria del Ministerio de Asuntos Exteriores, natural de Madrid y de Jesús Santos Marugán, diseñador de interiores y acuarelista, natural de Madrid, David Santos Pérez nace en Madrid un 5 de julio de 1971.
…Ese año fue considerado El Año Internacional Contra el Racismo y La Discriminación Racial, ocurrieron sucesos como la erupción del volcán Cumbre Vieja (Teneguía) en La Palma, y la persecución de la comunidad LGTBI con la redada en el Pasaje Begoña de Torremolinos, Ray Tomlinson inventaba el sistema de correo electrónico con una infraestructura similar a la que se conoce hoy en día: un buzón digital personal en el que podías recibir mensajes, se localizó un brote de epidemia de cólera en la ribera del rio Jalón afectando principalmente a la provincia de Zaragoza, dos ex Beatles eran protagonistas, John Lennon porque lanzaba su canción Imagine para convertirla en una de las más conocidas de la historia y George Harrison organizaba el Concierto de Bangladés con el fin de recaudar fondos por la hambruna de aquel país, en un acto de vandalismo extremo, comandos de lucha antimarxista destruían 24 grabados de Picasso, se presentaba uno de los títulos más relevantes de la discografía española; “Mediterráneo” de Serrat, en literatura destacó la edición de “El exorcista”, Agosto 1914 de Solzhenitsyn o “El día de Chacal” de Frederick Forsyth.
Cuénteme lo primero que se le ocurra sobre su familia…
Tengo dos hermanas, Susana y Esther, yo soy el mediano. Durante algunos años de mi infancia viví con mis abuelos maternos. Esta relación tan directa me permitió aprender de mi abuelo, mecánica y bricolaje y de mi abuela costura y conocimiento del monte y el medio rural.
Y seguimos en esa línea de contar. Paseamos por su infancia ¿Qué ve?
Guardo buenos recuerdos del poblado del Parque Móvil Ministerial en el que viví con mis abuelos maternos Emilio y Esperanza del pueblo de la sierra de Madrid donde pasábamos los fines de semana. De mi barrio apenas atesoro recuerdos, no hacia vida allí. Se trataba de un barrio obrero de nueva creación afectado por la delincuencia y las drogas tan extendidas en los ochenta.
Nunca tuve muchos amigos, estudiaba en un colegio de ricos siendo, pobre y eso resulta complicado. En verano la cosa cambiaba, estábamos en Comarruga, un pueblo de Tarragona en el que conformábamos una gran pandilla al estilo de la famosa serie de televisión “Verano azul”.
¿Tuvo algún juguete preferido?
Podía jugar con cualquier cosa. Poseía una gran colección de coches en miniatura, jugaba con las muñecas de mis hermanas, pero por destacar alguno, diría la bicicleta que no solo usaba a todas horas, sino que la montaba y desmontaba continuamente, la pintaba de diferentes colores, la tuneaba.

¿Qué tal si nos conduce por esos laberintos del pensamiento y paramos el tiempo, con usted como estudiante?
En la EGB fui un buen estudiante. Sacaba buenas notas sin necesidad de estudiar. Al llegar la adolescencia eso cambió a peor. He iniciado tres carreras universitarias y no he terminado ninguna. Conservo una curiosidad innata por todo, pero me aburre enormemente estudiar.
¿Podría citarnos algún recuerdo de su adolescencia?
No es una etapa de mi vida que me agrade, excepto porque conocí a Rosa, mi mujer. Fue una época de excesos en la que estaba muy perdido.
Sus encuentros con la pintura se remontan a muy temprana edad…
Están ligados a mi padre, le recuerdo pintando del natural en el campo mientras jugábamos alrededor. Rememoro la fascinación que me producía el material de pintura y de artes gráficas que estaba en mi dormitorio porque lo compartía con el estudio de mi padre. En cuanto a la pintura, hago memoria y existe un intenso recuerdo de estar pintando acuarela con mi hermana mayor en casa de unos vecinos amigos de mi madre.
En el año 1991 viaja a Valencia, en contra de la opinión de su padre y con la ayuda de sus hermanas y posteriormente de su madre, cursa estudios de Psicología y Arquitectura Técnica. Le seleccionan para un concurso de pintura que organiza la Cámara de Comercio de Valencia…

¿Qué sensaciones tiene de su primera exposición?
Mi primera exposición individual tuvo lugar en una cafetería de Valencia. Se trataba de una muestra de acuarelas de pequeño formato y fue todo un éxito. En una semana se había vendido todo y tuve que pintar más para reponer obra. Irónicamente, poco después me mudé a Mallorca y dejé de pintar.
Abandona el arte y comienza a trabajar en el sector de la construcción y ocupa cargos en distintas empresas. En los últimos años atiende proyectos encargados por las instituciones para la obra pública…
Así es, y gracias a la “Crisis de 2008” comienzo a dudar. Añoraba la pintura. Después de varios años en la construcción, me pasé al sector de la comunicación como jefe de compras de una compañía, aunque por aquel entonces estaba quemado y con un empleo y sueldo fijo, abandoné. Aquellos fueron unos años de transición y de incerteza. Pasé unos meses por la hostelería y en 2015 apoyado por mi mujer decidí recuperar los pinceles.
Se inscribe en la academia del pintor Gabriel Vilanova “Gaito” y perfecciona su técnica de pintura al óleo. En poco menos de dos meses se convierte en hombre de confianza y codirige la enseñanza. En poco tiempo abre su propia escuela, para mostrar su destreza con sus propios alumnos.
A Gabriel Vilanova le agradezco su impulso en aquellos complicados momentos y a la ayuda prestada por la pintora Mercedes Alabern y a su hijo Carlos Cerdá por abrirme las puertas del Círculo de Bellas Artes presentándome a su grupo de acuarelistas, con quienes aprendí considerablemente.
Desde entonces hasta la actualidad he hecho de la pintura mi profesión.
Soy miembro del Círculo de Bellas Artes de Palma de Mallorca y del grupo de Acuarelistas del Círculo. He dirigido y he impartido clases en numerosas asociaciones y talleres extraescolares de escuelas y ahora imparto clases aquí en este lugar, disfrutando de enseñar y de pasar horas con mis alumnos. A veces hay cosas con los alumnos que te ayudan a corregir ciertos aspectos de visión, de perspectivas. Es una convivencia productiva.
¿Le queda tiempo para pintar?
Sí. En casa me habilité un rincón y mi familia dice que soy insoportable cuando me pongo a pintar y, no les falta razón. Lo resumiría diciendo que esos son instantes de sufrimiento, concentración, evasión y satisfacción.
¿Qué categoría de arte le seduce?
Principalmente el arte figurativo en cualquiera de sus técnicas y estilos.
¿Tiene una lista de artistas influyentes o favoritos?
Me gustan obras determinadas de diferentes artistas, pero de entre los clásicos escojo el manejo de la atmosfera de Velázquez y la fuerza y expresividad de Goya. También los contrastes de luz de Sorolla. En acuarela Fortuny y Tapiró.
En cuanto a los actuales hay muchos: Como acuarelistas destacaría a Zbukvic y Castagnet y a varios asiáticos como Chien Chung-Wei, Misulbu o Hunsung.
Últimamente sigo a Vicente García que está realizando un trabajo muy interesante en acuarela y a Sebas Velasco en óleo.
¿Qué etapa de la historia del arte le parece la más evocadora?
No soy un gran conocedor de la historia del arte, aunque siempre me ha atraído el impresionismo.
El arte actual está en un periodo interesante y se enfrenta a grandes cambios. Por contra, no opino lo mismo del mercado del arte, creo que está instalado desde hace ya demasiados años en un inmovilismo marcado por una mediocridad del mal llamado arte moderno y conceptual.
¿Si le investigase, qué descubriría entre sus aficiones?
La música, el cine, comer bien, meditar… pero por encima de todas me apasiona el interiorismo desde el punto de vista de reinterpretar espacios.

Algún libro, películas, un tipo de música, alguna canción, viajar.
Libros te diré tres, “El hombre que se convirtió en Dios”, “Los renglones torcidos de Dios” y “Juan Salvador Gaviota”.
Películas, “Mama mía” con Meryl Streep y Pierce Brosnan. Me levanta el ánimo cuando estoy de bajón y “Don Juan DeMarco” de Marlon Brando y Johnny Depp. La vi por primera vez siendo joven, viajando en tren a Valencia para reunirme con mi amada.
En cuanto a la música sin lugar a dudas el pop-rock español, aunque me gusta escuchar casi de todo.
Una canción, “Wish you were here” de Pink Floyd que es la única que he aprendido en inglés.
Y viajar, a mi aire, descubriendo sitios, alejado de masificaciones. Cada día es más difícil. Odio la globalización.
Un viaje inolvidable
El viaje de mi vida fue a Cuba con mi mujer. Recorrimos la isla de punta a punta con un coche de alquiler relacionándonos con la gente. Fue un viaje cargado de anécdotas y sustos. Se puede decir que me enamoré del país, aunque no he vuelto nunca a visitarlo.
Si le dieran la oportunidad de pedir un deseo…
Poder, para cambiar las cosas.
¿Qué desprecia en el ser humano?
Detesto la hipocresía y no soporto que me mientan. Cada vez más me molesta la mediocridad y la vulgaridad.

¿Qué temas de actualidad atiende con interés?
Estar informado de lo que ocurre en el mundo y en España en particular, pero no me intereso por nada determinado.
¿Qué acontecimiento internacional le quedó grabado en la piel?
El COVID me impactó mucho, sufrí el llamado síndrome de la cueva, sin embargo, me gusta pensar en los conciertos por el hambre en África Live Aid 1985, por un día la música marcó el rumbo del mundo.
Uno de los días más emocionantes de su vida
No pienso en días determinados. Lógicamente, el nacimiento de mis hijas.
Sus peores momentos
Un choque frontal que tuve en la Vía de Cintura, condicionó mi forma de conducir en adelante.
Cumplir con la voluntad de mi padre poco antes de morir. Tener que tomar una decisión en la que no toda la familia estábamos de acuerdo.

A lo largo de estos años, se ha dedicado plenamente a la enseñanza y a sus exposiciones que tanto individuales como colectivas, las ha realizado recorriendo los municipios de las islas de manera continuada, Inca, Muro, Andratx, Palma, Valldemossa, Santanyí, etc. En este último año ha participado en la XXVIII edición de Exposición Internacional de Acuarela ECWS Barcelona 2025.
¿Alguna vez ha sentido ese gusanillo de la emoción ante una pieza de arte?
No, nunca lo he experimentado. En cambio, sí con la música, el cine o la literatura, pero no con la pintura, la arquitectura o la escultura. Supongo que, al haber vivido inmerso en ese mundo desde la infancia, lo he normalizado hasta el punto de incapacitarme para disfrutarlo, como si fuera insensible. Dicho esto, en ocasiones me emociono durante la elaboración de mis obras, pero son cosas diferentes.
¿Cuál es el principal atractivo de pintar con acuarela?
Hay algunos atractivos mundanos como son la rapidez, la facilidad de transporte y almacenamiento y la facilidad de limpieza de las herramientas.
Habitualmente se destaca la transparencia y la sutileza. La acuarela es conocida por su espontaneidad, pero, irónicamente, es la técnica que mayor planificación necesita.
Para mí, la acuarela es una técnica dotada de vida, cosa que no ocurre con otras. El color no es el mismo cuando lo aplicas que cuando está seco. El agua, que funciona como medio conductor del pigmento, es caprichosa sobre el papel, crea ríos, charcos, formas, evoluciona con el tiempo, con la temperatura… pinta y se expresa por sí misma. De ello surge su magia y de interpretar y predecir su comportamiento radica su dificultad.

Yo no me considero únicamente acuarelista. Mi relación con la acuarela es de amor y odio. Mi padre era un gran maestro acuarelista, yo me comparaba con él y terminé odiando la acuarela. He tardado años en desligarme de su visión para adaptarla a mi forma de entender el arte. Visualizo las obras en diferentes técnicas. Me gusta expresarme con el óleo o el acrílico y siempre estoy abierto a la exploración. Una máxima que siempre repito es “si mancha puedo pintar”.
Visto desde la distancia ¿Qué le ha dado dedicarse a la pintura?
La libertad para poder hacer lo que quiero. Soy un privilegiado. Me ha proporcionado vida social y conocer a mucha gente.
¿Cómo está al día de tendencias?
Reconozco que huyo de ellas. Soy eclíptico en cuanto a temas y a técnicas, aunque procuro estar al día a través de las redes sociales y viajando a Madrid y visitando galerías y espacios expositivos en general.
Aunque a veces hay ciertas similitudes, ninguna historia es igual a otra y a la de David Santos se le añaden componentes nucleares. Muchos, desde muy jóvenes, sienten la llamada, pero a él le corría por las venas, lo tuvo en casa desde el día en que su madre lo trajo a la tierra. En sus obras se denota un toque inusual, pinceladas anímicas que pudieran surgir de aquella esponja que absorbió con los ojos del niño que observaba al maestro. En torno a sus obras se divisa un aura que las protege de los parásitos, un gesto que habita en su inconsciente y al que él ha dado completa libertad de movimiento.
¿Qué proyectos de su secreta agenda puede descubrirnos?
A corto plazo para enero tengo una exposición colectiva en la sala del Aljub de La Misericordia junto al Grupo de acuarelistas del Círculo de Bellas Artes de Palma que celebra su setenta y cinco aniversarios y en febrero tengo una exposición individual en el Centro de Historia y Cultura Militar en el claustro del antiguo hospital militar de la calle San Miguel.
El proyecto más importante es aprender a creer en mi arte, sobre todo en este momento de cambio que empieza a dar sus frutos varios años de investigación.
Desligarme hasta cierto punto de la docencia que me ha servido de refugio desde hace años para potenciar y lanzar mi carrera artística.

Textos: Xisco Barceló
Fotografías: Xisco y David


