De circo en circo y de paso al Congreso

Desde su nacimiento si en algo se ha destacado la cúpula de Podemos, encabezada por el ínclito Pablo Iglesias, es la de tener y demostrar que tienen un control casi absoluto de los tiempos, un hábil manejo del discurso que les permite funcionar a la perfección con falsas creencias, lo que les da una capacidad de sacar provecho a sus propios deslices y de sus propias mentiras, en su propio y personal provecho, y ser capaces de decir hoy blanco con el mismo morro y la misma cara de reñir al personal con el ceño fruncido, cuando no de perdona vidas, y mañana decir negro y al mismo tiempo dar la culpa de todo al bipartidismo imperante hasta ahora en España.

La sesión constitutiva del Congreso del pasado día 13, sólo fue un adelanto de lo que nos espera de las actuaciones, ya programadas al dedillo, para convertir cada soplo, cada frase, de algún componente de la cúpula directiva de Podemos, en un episodio cual serie de ficción en la que sólo faltará añadir las risas pregrabadas, y en la que el protagonista único y principal será el macho alfa de Pablo Iglesias.

El 22 de julio de 1977, 29 años antes de esta sobre actuación parlamentaria, se procedió a la apertura, bastante más importante y solemne, del primer Congreso de Diputados de la democracia y en el que sentaron Dolores Ibárruri, Santiago Carrillo y Rafael Alberti, entre otros, sin escenitas mediáticas, sin circos preparados, sin escenas tragicómicas, sin levantadas de puño, sin algaradas y eso sí, después de haber sufrido una horrible, execrable e injusta guerra civil, después de haber sufrido 40 años de persecución y de exilio y lo hicieron de forma callada, con modestia, con responsabilidad y respeto hacia la institución y hacia los electores que les habían mandado allí para trabajar, y no para dar un espectáculo teatral.

El 23 de octubre del año 2014 y en el programa Salvados realizado en Ecuador, a pregunta de Jordi Évole, Iglesias dijo que:” Si no gano las próximas elecciones generales, igual me voy”.

Falló el envite, pero no por la mínima, falló con todo el equipo, pero ni mención de irse, todo lo contrario, actúa y da consejos como si hubiera sido el ganador de las elecciones.

Desde ya antes del día 20 de diciembre pasado el secretario general de Podemos se dedica a dar consejos, avisos y amenazas al PSOE y, sobre todo a su secretario general Pedro Sánchez, al que sólo ha faltado que le insultara, como hizo Mariano Rajoy en el último debate televisivo, colocando una serie de líneas rojos para poder pactar, lo que, para cualquier analista que esté medianamente al día, no es más que las ganas de tener poder que tiene Iglesias y las ansias, mal disimuladas, de que Pedro Sánchez le quiera más de lo que le quiere.

"Pedro, mandas poco en tu partido", le espetó Pablo Iglesias al secretario general del PSOE en uno de los debates preelectorales. Será que lo que pretende que haga Pedro Sánchez es lo que hace el propio Iglesias, que va de caudillo, al que por toda España le están abandonando los comités directivos provinciales, cansados de aguantar las déspotas actitudes de Iglesias y compañía y denunciando que la dirección del partido ha faltado a la voluntad de escuchar a la gente, que se han saltado a la torera los principios políticos y éticos que tanto pregona, como el que obliga a someter a primarias la elección de los candidatos.

La frase “Ordeno y mando y quiero que se cumpla”, es la de más uso por parte de la dirección central de Podemos, cargándose la disciplina interna y los más básicos principios de convivencia democrática en el seno de un partido; lo hizo en la composición de las listas electorales en casi todas las provincias, así ex portavoz nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero (excandidato en sus listas) declaró que en la dirección de Podemos había «tendencia a querer imponer a su gente», lo que consideró “un error”.

La penúltima ocurrencia, fue la petición de crear cuatro grupos parlamentarios en el Congreso de Diputados y dos en el Senado, como había prometido a sus socios de candidatura y a los electores y después de amenazar, insultar y despotricar, e Iglesias, muy en su forma de actuar dictatorial, presionar a los socialistas y advertirles de que si no cedían no les apoyarían para la investidura, al tiempo que se negaba a renunciar a la subvención por tener 4 grupos, al final ha registrado un solo grupo, por lo que Podemos incumplió este martes una de sus primeras promesas electorales: la de tener "cuatro grupos con voz" en el Congreso de los Diputados, hecha a los electores y a sus propios socios territoriales.

Iglesias y Cia, cejará, retrocederá, abandonará, transigirá con lo que sea con tal de tocar poder y no abandonar la poltrona que acaba de probar, y sino, al tiempo.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias