Acoso escolar de índole sexual en Campos. Según la denuncia, a la que ha tenido acceso mallorcadiario.com, los hechos se remontan a octubre de 2024, cuando un compañero de clase comenzó a presionarla por internet para que le enviara imágenes de contenido íntimo.
EPISODIOS DE AUTOLESIONES Y PÁNICO
El documento denuncia que, desde ese momento, la menor empezó a sufrir un proceso de intimidación continuado, que desembocó en episodios de autolesiones a principios de 2025. La familia de la mejor comentó la situación al centro y, tras ser citada por las autoridades, presentó una denuncia el 7 de abril ante la Guardia Civil. Actualmente, el caso se tramita en un juzgado de menores de Palma bajo un expediente de reforma.
Pese a que la denuncia inicial supuso una ligera mejoría en la vida académica de la alumna, en los días posteriores, según detalla la familia, el alumno denunciado intensificó las miradas amenazantes, tanto en clase como en los pasillos del centro, provocando en la joven episodios de pánico que la llevaron a dejar de asistir a clase. "Nos pide por favor que no la llevemos al instituto, que tiene miedo de que le ocurra algo", recoge el escrito.
INACCIÓN DE LA INSPECCIÓN EDUCATIVA
Tras varias reuniones con el equipo directivo y el tutor, se acordó que la alumna asistiría únicamente a clases de refuerzo, exámenes y tutorías, donde se sentía segura en presencia de su tutor. La dirección del centro se comprometió a trasladar a la Inspección Educativa la petición de cambio de grupo del alumno implicado. Sin embargo, según la familia, la inspectora rechazó esa posibilidad alegando que "a estas alturas del curso no se pueden hacer cambios de alumnado".
El temor de la alumna, según dice la familia, no ha disminuido. El escrito describe nuevos episodios de pánico y una declaración del compañero denunciado que le habría dicho: "Gracias por la denuncia, al final iré a un centro de menores". La familia denuncia que el protocolo de protección activado no ha evitado nuevos encuentros entre ambos, incluso durante las clases de refuerzo.
La familia también denuncia que los días que la chica ha faltado a clase por miedo a lo que le pueda pasar, han computado como faltas no justificadas. "Las faltas no han sido justificadas porque no se considera la causa como justificación para no asistir al centro", recoge el escrito.
MALESTAR EN LA FAMILIA
La situación también ha tenido consecuencias psicológicas en el entorno familiar. La madre sufrió un ataque de ansiedad en su trabajo y tuvo que ser atendida por sus compañeros.
Además de reclamar medidas urgentes de protección para la menor, los denunciantes solicitan a la administración educativa los siguientes documentos:
- Una copia del protocolo de actuación del centro.
- Las actas de las reuniones mantenidas.
- Los documentos que justifiquen por qué no se consideran válidas las faltas de asistencia motivadas por el acoso escolar.
La familia ha agradecido el trato recibido por parte del tutor y de la dirección del centro. Sin embargo, lamenta que la actuación de la Inspección haya priorizado la estructura del curso sobre el bienestar de la alumna.