El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), Carlos Gómez Martínez, ha puesto en marcha el proceso para optar a un segundo mandato al frente de la institución, después de que el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haya anunciado este miércoles la convocatoria oficial de la plaza tras la expiración de su mandato. La elección aparecerá publicada en el Boletín Oficial del Estado en los próximos días, abriendo así el plazo para que otros posibles aspirantes presenten sus candidaturas.
La convocatoria forma parte de un paquete de designaciones que el CGPJ ha activado debido a la finalización del periodo de varios altos cargos judiciales en distintos territorios. En el caso de Baleares, la presidencia del TSJIB queda así formalmente vacante a efectos de concurso, aunque Gómez —que ha ocupado el cargo durante los últimos cinco años— parte como candidato natural a la renovación mientras se conoce si otros magistrados deciden concurrir al proceso.
Una vez publicado el anuncio en el BOE, el órgano de gobierno de los jueces evaluará los expedientes de quienes se presenten y, posteriormente, el Pleno del CGPJ realizará la elección, que determinará la presidencia del alto tribunal balear para los próximos años.
UN MANDATO MARCADO POR LA SOBRECARGA JUDICIAL Y LAS REFORMAS
Durante su etapa al frente del TSJIB, Carlos Gómez ha pilotado la institución en un contexto de especial presión para la Administración de Justicia en las Islas. Su presidencia ha coincidido con un acusado colapso judicial, especialmente en jurisdicciones como lo penal, lo contencioso-administrativo, extranjería o familia. A esta situación se suma la tensión estructural derivada de la alta litigiosidad en Baleares, una de las más elevadas del país.
A lo largo del último año, Gómez también ha tenido que enfrentarse a las críticas por la aplicación de distintas reformas procesales de relevancia. La preparación para la puesta en marcha de la nueva Ley de Eficiencia Procesal generó un intenso debate entre operadores jurídicos y llegó a colapsar los juzgados de lo civil a principios de año.
En ese contexto, y coincidiendo con la visita del ministro Félix Bolaños, el presidente del TSJIB insistió en la necesidad de reforzar la planta judicial y crear nuevas plazas de funcionarios, una reivindicación que el tribunal balear mantiene desde hace años ante la sobrecarga crónica que arrastra.
En distintos foros, Gómez ha defendido la urgencia de mejorar los medios materiales y personales, avanzar en la digitalización de los juzgados y garantizar una estabilidad normativa que permita planificar reformas con garantías. Todo ello con un objetivo central: que Baleares disponga de una estructura judicial “dimensionada a su realidad social y demográfica”.
