Tras la dura derrota en Wimbledom, Rafa Nadal se ha tomado un merecido descanso. El ahora número dos del mundo ha elegido las aguas de Ibiza para darse un chapuzón junto a un grupo de amigos y pasar una jornada en alta mar. En bañador y mostrando torso y bíceps, Rafa se dio el primer chapuzón del verano, esta vez sin la compañía de su novia Xisca, que lo ha acompaña siempre que puede a los torneos en los que participa. Rafa y sus amigos disfrutaron a bordo de un barco de una jornada en la que no faltaron las risas y las bromas entre ellos. El manacorí demostró su pericia saltando varias veces desde la cubierta de la embarcación e incluso exploró las aguas mediterráneas con unas gafas de buceo y una tabla.
