Detectado en Mallorca el primer caso autóctono del virus Usutu en España. El caso apareció en julio de 2024, cuando una donación de sangre de un residente en Mallorca resultó reactiva en las pruebas rutinarias destinadas a detectar el virus del Nilo Occidental (WNV).
Tras la derivación al Laboratorio Nacional de Referencia en Arbovirus del Instituto de Salud Carlos III, los análisis específicos y los ensayos de neutralización determinaron que se trataba de una infección por virus Usutu, un arbovirus emergente en Europa transmitido por mosquitos del género Culex.
OTROS DOS CASOS EN CATALUÑA
La investigación, desarrollada a partir del cribado de 15.957 donaciones en Baleares y más de 79.000 en Cataluña durante la temporada europea de transmisión de WNV, permitió identificar dos casos adicionales en donantes catalanes.
Ambos fueron confirmados mediante PCR específicas y secuenciación del linaje África 3 de Usutu. Ninguno de los tres donantes había viajado fuera de su comunidad autónoma en las semanas previas, lo que demuestra la circulación local del virus en el noreste peninsular y en Baleares.
El estudio destaca un elemento clave: las pruebas empleadas para detectar el virus del Nilo Occidental también permiten identificar Usutu, debido a la reactividad cruzada entre ambos virus. Esa característica facilita la detección precoz de infecciones en donantes asintomáticos y refuerza la seguridad transfusional durante los meses de mayor actividad de mosquitos.
¿QUÉ ES EL VIRUS USUTU?
Detectado por primera vez en África en 1959, el virus Usutu ha mostrado en los últimos años una expansión creciente por Europa, con casos documentados en países como Austria, Alemania e Italia. Aunque la mayoría de infecciones pasan inadvertidas, el virus puede provocar enfermedad neurológica en personas inmunodeprimidas, lo que convierte su vigilancia en una prioridad sanitaria.
La publicación en TRANSFUSION supone un reconocimiento al trabajo realizado en Baleares y confirma la capacidad del Banco de Sangre de Baleares para detectar agentes emergentes que puedan comprometer la seguridad de las transfusiones.
Según los autores, estos hallazgos refuerzan la necesidad de mantener y mejorar los sistemas de detección precoz ante la expansión silenciosa de nuevos arbovirus en Europa.








