El Ayuntamiento de Calvià ha anunciado que modificará el monumento de homenaje a las víctimas de la Guardia Civil sustituyendo la Bandera de España original que tenía 24 metros cuadrados sobre un mástil de 22 metros de altura, por 3 mástiles de 12 metros añadiendo las banderas de Baleares y la Unión Europea de 6 metros cuadrados cada una. El consistorio reduce el tamaño a la mitad "por motivos de seguridad" basándose también en un informe del Consell de Mallorca que indica textualmente: “La responsabilidad ante cualquier daño o perjuicio que pudieran sufrir los usuarios de la carretera y alrededores como consecuencia de la instalación del mástil será de la corporación solicitante”. Es decir, delega cualquier responsabilidad en el Ayuntamiento competente en el caso de que se produzca algún daño por no realizar correctamente la obra de restitución del mástil, como debe exigirse en toda obra pública. Nada nuevo bajo el sol y ningún impedimento, al menos técnico, a la colocación de la bandera original con todas las garantías de seguridad.
Y es que los “motivos de seguridad” que alega el consistorio calvianer para no restituir el monumento a las víctimas de ETA son falsos. Un engaño. Técnicamente no hay ningún problema para restituir la bandera con su tamaño original, e incluso más grande. Así lo consideran todos los técnicos e ingenieros con los que ha consultado la Fundación Círculo Balear quienes han recordado que, precisamente, en Mallorca existen varias empresas especializadas en la construcción de mástiles de mayor tamaño que soportan todo tipo de inclemencias meteorológicas, incluso en barcos con velas de mayor superficie.
Hay múltiples ejemplos que desmienten esta absurda argumentación oficial: La Bandera de España instalada en la rotonda de Puerto Chico de Santander, de 70 metros cuadrados, está sostenida por un mástil de 25 metros de altura que cumple con todos los requisitos de seguridad y no representa ningún peligro para la seguridad del tráfico o de los peatones. O la de la Plaza Colón de Madrid cuyo mástil de 50 metros de altura sostiene una bandera de 394 metros cuadrados con total seguridad para la concurrida plaza madrileña.
La realidad es que los "motivos de seguridad" del ayuntamiento de Calvià son una mala excusa, una tomadura de pelo, para no devolver la Bandera Nacional original que homenajeaba a las víctimas de ETA y a la Guardia Civil. La dejadez de los anteriores, el afán contrario de los actuales, y la falta de respeto de todos ellos, pueden acabar con el símbolo integrador que nos representa a todos, por el que fueron asesinados los agentes de la Guardia Civil, Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, y que debería estar por encima de planteamientos políticos e ideológicos.
Las víctimas, la Guardia Civil, los españoles en general, nos merecemos la restitución del mismo monumento que se inauguró en 2009. Por ello, la concentración del próximo jueves 30 de Julio a las 20h en la rotonda de Palmanova, bajo el lema "Devolved la Bandera al Pueblo", ya cuenta con el apoyo de cientos de personas que reivindicaremos Memoria, Dignidad y Justicia.





