Diario de un cronista comprometido

- 7,15 de la mañana. Suena el despertador. Vaya día largo me espera hoy. Voy a prepararme un café bien cargado. Tengo muchas tareas retrasadas de ayer. Antes de recibir las instrucciones de Moncloa, tengo que repasar lo que dijeron Fortes, Intxaurrondo, Ruiz, Cintora, Broncano, Wyoming y Ángels Barceló. Que una cosa es coincidir y otra muy distinta repetirse como loros. Que somos periodistas, joder, no ministros de Sánchez. Esas cacatúas que se copian siempre las mismas frases.

    - 9,30 h. Aún no he recibido las consignas del día. Qué coño se creen esos vagos de Moncloa. Ochocientos tíos pagados por todos y curran más lentos que un carrito a pedales. Si es que ya parecen funcionarios. Uno no puede hacer bien su trabajo recibiendo las instrucciones tan retrasadas. Con la que está cayendo ¿qué voy a opinar en la radio a las 10?    

    - 10,00 h. Empieza ya la tertulia en mi emisora y no he recibido ni un whats app de Presidencia. ¿Qué cojones les está pasando? Aunque estoy muy poco acostumbrado, no me quedará más remedio que improvisar. Espero que el presentador no nos traiga listillos, ni ningún asqueroso representante de la fachosfera. Solo falta que me pongan en apuros el día que menos preparado voy.  

    - 11,30 h. Esos capullos me han enviado las consignas cuando ya estaba acabando la tertulia. Con los nervios que he pasado no he podido meter ni una morcilla. Menuda banda de inútiles que son. No he refutado a nadie porque me faltaba la argumentación. Otros tertulianos cabrones iban más preparados que yo. ¿Cómo traen a esta gente sin avisar? Un abogado listillo me ha sacado los colores hablando del novio de Ayuso y las filtraciones del fiscal general. Que si el Estado de Derecho, la tutela judicial efectiva, la protección de los datos reservados, la separación de poderes y otras zarandajas legales. Muchos tecnicismos estúpidos que no he sabido contrarrestar. Menos mal que cursé un tutorial de apuros que aconseja acudir al comodín de la ultraderecha y a mencionar el franquismo dominante en la Justicia española. He añadido además de mi cosecha que ese González Amador es un puñetero delincuente. Como si ante un fraude fiscal no se pudiera filtrar el expediente entero. Y mucha más mierda le tendrían que sacar. Que se entere toda España de las pirulas de ese mamarracho. Y seguro que la bruja de su novia le animaba a defraudar. Vaya rato más chungo he tenido que pasar. 

    - 14,15 h. Tengo cita para comer con un asesor de Moncloa. Menuda mala suerte haber quedado justo hoy. Espero que no haya escuchado esta mañana la radio. Creo que he estado regular en la tertulia. Me han zurrado por varios lados y no he estado a la altura de los rivales. Ese picapleitos con pinta de pijo me ha comido la tostada. A ver si me van a cerrar el grifo por mi papelón de hoy. Ahora que los chavales han empezado felices en el cole privado. Aunque le explicaré que la culpa es suya, por mandarme tan tarde mi argumentario del día. No es de recibo que lo siempre manden puntuales y hoy, de repente, me hayan obligado a pensar. 

    - 17,30 h. La comida no ha sido tan horrible como esperaba. Me ha apretado las tuercas, aunque nada que no pueda arreglar. Le he prometido repartir estopa por otro lado. Luego ha cambiado de tema y me ha contado la estrategia del Gobierno para salvar al fiscal general. Han mandado al Supremo a un grupo de los nuestros a mentir como bellacos diciendo que conocen que García Ortiz es inocente, pero que no pueden descubrir al culpable acogiéndose al secreto profesional. Y, mientras tanto, Sánchez ha hecho una entrevista en El País para mostrar su apoyo al fiscal y presionar al Tribunal. Vaya estrategas geniales. Menos mal que estoy en el bando correcto de la historia. Con enemigos como estos no sé qué sería de mi carrera profesional. He acabado prometiéndole que luego escribiré una columna incendiaria contra Ayuso y Feijóo. ¿Qué hacen una defraudadora fiscal y un tipo que navega con narcotraficantes criticando a seres luminosos como Begoña, David, Ábalos o el pobre Koldo? Gente que se ha currado desde abajo lo poco que tiene. Qué asco me dan estos ricachones de la derechona. Este marrón lo voy a solucionar.

    - 20,45 h. He bordado mi artículo contra los chorizos del PP. Mañana lo envío pitando a Moncloa. Espero convencer al asesor y que no me rebaje la paga. Qué difícil es ser un profesional socialmente comprometido y ejercer el periodismo independiente. Buscando diariamente la verdad para espantar los bulos de la ultraderecha. Poco me pagan para la gran labor que hago. Esta sociedad capitalista es injusta de verdad.    

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