Ahora resulta que las leyes se aprueban y después se interpretan por los tribunales e incluso llega al tribunal Supremo publicando sentencia y , por lo tanto, creando jurisprudencia, y los que deben cumplir y hacer cumplir las leyes son los primeros que las incumplen, dando un pésimo ejemplo a la ciudadanía que ve cómo los garantes del estado de derecho se lo pasan por el forro.
Y me refiero a la bandera del arco iris colgada en casi todos los edificios oficiales de Palma y de los municipios de Baleares.
La obsesión de algunos partidos políticos en imponer y adoctrinar esta llegando a un punto de totalitarismo donde no importan las leyes y las sentencias de los tribunales, sino su ideología. Vete tú a no hacer la declaración de renta y veras la multa que te cae. Pero ellos se saltan la ley y les sale gratis.
Y no hablemos de aquellos partidos políticos instalados en el consenso progre, en lo políticamente correcto, que día a día defraudan a sus votantes y hacen un flaco favor al estado de derecho.
Todo esto supone la ruptura de la imprescindible imparcialidad y neutralidad política que debe regir en los edificios públicos. El espacio que ocupan los partidos políticos en los edificios oficiales no son de su propiedad, obedece a una cesión temporal para el desarrollo de sus labores de representación, pero su titularidad es exclusiva del órgano administrativo donde están y por tanto debe atenerse a las limitaciones propias de un edificio público.
La sentencia del TS 1163/2020 de 26 de mayo es contundente con respeto al uso de banderas no oficiales en edificios y lugares públicos, sentencia que, por otro lado no hace más que destacar lo que ya estaba vigente en base a la ley 39/1981 de 28 de octubre.
Dicha sentencia señala que “ no resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente y en particular con el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos” (STS 1163/2020 de 26 de mayo, FJ sexto).
Los mismos que exigen el cumplimiento estricto de la normativa legal a los ciudadanos son los primeros que la incumplen y se quedan impunes. Disfruten lo votado¡¡