Las dificultades a las que se ha enfrentado la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) en su integración en Banco Base junto a Cajastur y las cajas de Extremadura y Cantabria, han llevado a la alicantina a haber intentado, sin éxito, un giro de último momento tanteando su unión con Banco Mare Nostrum. A lo largo del fin de semana, la CAM ha mantenido frenéticas conversaciones en este sentido con el banco resultante de la fisión fría en la que se han integrado Sa Nostra y las cajas de Granada y Penedès bajo el liderazgo de la de Murcia. El fracaso de las negociaciones ha venido dado por el factor tiempo dado que este mismo lunes es la fecha tope para que las entidades presenten sus planes para cumplir con la exigencia del Gobierno que requiere a las entidades un 10% de core capital. Por otro lado, el proyecto de Mare Nostrum está muy avanzado y la CAM ya rechazó integrarse en el proyecto antes de unirse a Cajastur por los poderes absolutos que exigía Carlos Egea, presidente de la caja murciana, tal como apunta elconfidencial.com, que señala que la CAM también ha intentado a última hora negociar con La Caixa. BANCO BASE SE MANTIENE Finalmente Cajastur y la CAM han logrado un acuerdo por el que solicitarán 1.447 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cumplir con las exigencias de capital establecidas por el Gobierno y mantener la unidad de Banco Base, informaron a Europa Press en fuentes de la entidad alicantina. La caja asturiana y la alicantina han superado sus discrepancias respecto a la valoración de activos de la CAM, que mantendrá su peso en el nuevo banco según lo pactado en el acuerdo inicial. El SIP está participado por Cajastur y la CAM en un 40%, respectivamente, así como por Caja Extremadura (11%) y Caja Cantabria (9%), y se creó con el objetivo de permitir a estas entidades convertirse en un grupo eficiente y solvente en el sistema financiero español. Banco Base ha presentado su plan de estrategia al Banco de España, en el que prevé cubrir con fondos públicos su necesidad de capital de 1.447 millones de euros para alcanzar el requisito de capital del 10%, umbral del que se aleja en 1,8 puntos porcentuales. Los planes iniciales de Banco Base pasaban por su salto al parqué, pero el consejo de administración no ha adoptado ningún acuerdo para iniciar los trámites de salida a Bolsa, y Cajastur se inclina en la actualidad por recurrir a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cubrir el hueco de capital. Según la entidad que lidera Manuel Menéndez, los números de la CAM ensombrecían la salida a Bolsa del grupo, y tendría menor coste acudir a los fondos públicos, ya que el FROB hará una valoración más ajustada a la realidad que la de los mercados, según los sondeos realizados. En este sentido, los socios de Banco Base liderados por Cajastur apoyaban que fuera la CAM la que asumiera la mayor parte del peso del recurso a las ayudas del FROB, que implicaban la nacionalización parcial de la entidad y la entrada de consejeros de este organismo en el banco. Por su parte, la caja alicantina atribuía las discrepancias a la intención de Cajastur de reducir el peso de la CAM en la fusión, según fuentes financieras, y oficialmente sostiene que no hay conflictos en el seno del SIP. Tanto el Banco de España como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han mediado para evitar que fracase la fusión de Banco Base. El grupo se articula en torno a una entidad central, cuyo nombre provisional es Banco Base y cuya sede está en Madrid, al que las cajas participantes han delegado todas las facultades necesarias para la efectiva gestión y dirección unitaria del SIP y al que han decidido traspasar su negocio bancario.
