Anoche resultó que no era verdad que Bin Laden estuviera desarmado: tenía un fusil AK47 muy cerca, aunque no en las manos. Es la nueva versión de la Casa Blanca y ya van tres. Admiten, menos mal, que nadie planteó resistencia en la casa. Entonces, ¿qué clase de equipo sofisticado son estos Seals que van y pierden un helicóptero sin que nadie plantee resistencia? Obama, por su parte, para explicar por qué no va a hacer públicas las fotos de Bin Laden muerto, dice que se trata de no crear un ídolo ni usarlo como trofeo de guerra. “Nosotros no somos de esos”. No, no somos de los que matamos a los enemigos. Somos de los que torturamos casi doscientas veces a los reos hasta que cantan. Vaya con la libertad. En medio de todo este ridículo, ahora aparecen los indios de no sé que grupo y dicen que hay que perdirles perdón porque la operación se llamó Gerónimo y ellos tienen un antecesor que se llamaba Gerónimo y no quieren que su nombre quede manchado con el de Osama. Oigan, que esto empieza a ser un poco risible. Y eso es que la primera potencia del mundo.
