La ex presidenta de CEOMA, Sabina Camacho, quien también es miembro de la junta directiva y de la comisión de trabajo de servicios sociales de la entidad, ha expresado su satisfacción por los avances introducidos por la nueva Ley de Dependencia. Sin embargo, ha señalado que esta ley nace “con una financiación insuficiente”.
Reclamo por más apoyo y formación
Camacho ha solicitado un aumento en la cantidad de profesionales dedicados al cuidado de los mayores, subrayando que es fundamental para abordar el envejecimiento de la población. Además, ha destacado la importancia de otorgar un mayor reconocimiento social y económico a estos especialistas.
Con motivo del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, que se conmemora el 5 de noviembre, la ex presidenta ha celebrado que la nueva Ley de Dependencia 2025 contemple mejoras para este grupo, como jornadas de trabajo reguladas y un compromiso con la formación continua. Sin embargo, ha enfatizado la necesidad de que la sociedad reconozca el esfuerzo físico, emocional y social que requieren estas tareas, muchas veces invisibles y subestimadas.
Un avance con carencias
En opinión de Camacho, la ley representa un avance significativo en los cuidados, ya que incluye medidas como apoyos económicos y formación para los familiares que asumen el rol de cuidadores. También se prevé eliminar las incompatibilidades entre prestaciones y servicios. No obstante, ha advertido que el principal obstáculo radica en la falta de financiación, comparando la situación de España con otros países europeos que destinan entre el 1,5% y el 3% de su PIB a este sector, en contraste con el 0,8% que se destina en el país.
Una labor que sostiene la dignidad de las personas mayores
En este contexto, el presidente de CEOMA, José Luís Fernández Santillana, ha instado a rendir homenaje a quienes dedican su tiempo y esfuerzo al cuidado de los demás, especialmente a aquellos que lo hacen en el ámbito familiar. Ha resaltado que su trabajo, frecuentemente silencioso e invisible, es esencial para mantener la calidad de vida y la dignidad de miles de ancianos.
Fernández Santillana ha abogado por la necesidad de ofrecer formación específica y continua a los cuidadores no profesionales, abarcando herramientas como la atención sociosanitaria y la gestión del desgaste emocional, entre otras. “Invertir en su capacitación es invertir en una sociedad más humana y solidaria, capaz de enfrentar los retos del envejecimiento”, ha afirmado, añadiendo que la dedicación y el compromiso de estos cuidadores son fundamentales, pero no deben confundirse con un trabajo informal o improvisado, ya que cuidar requiere conocimientos y habilidades adecuadas.








