El grupo ecologista GOB ha calificado de decepcionante la gestión del Govern de Antich en materia medio ambiental. Los ecologistas, que prácticamente han pasado desapercibidos durante esta legislatura, creen que este Govern podría haber hecho mucho más tras la "depredadora" gestión del gabinete Matas. Lo que más sorprende es que el GOB apenas haya expresado su malestar en estos cuatro años, y especialmente cuando se inauguró el bodrio de puente situado junto a Son Espases. No dijeron nada, aunque bien es cierto que el puente es responsabilidad de Francina Armengol. Los ecologistas siempre han mantenido un punto de complicidad con las fuerzas políticas de izquierdas. Esta postura es lícita, pero la situación cambia cuando los que gobiernan son los colegas de toda la vida. Las críticas son difíciles de manifestar, pero los silencios son todavía más complicados de justificar. Quizás el GOB ve ahora que el Govern de Antich tiene los días contados y que lo mejor es soltar lastre de cara al futuro, pero también los ecologistas tienen su responsabilidad por haber silenciado estas políticas decepcionantes durante nada menos que cuatro años. Sea como sea, el GOB se ha unido a la fiesta a falta de pocas semanas para las elecciones.
