La falta de policías nacionales y guardias civiles en Baleares, especialmente en las Pitiusas, es un problema serio que refleja el abandono por parte del Gobierno central. La escasez de efectivos se debe, en gran medida, a la falta de incentivos económicos, lo que hace que pocos agentes soliciten voluntariamente plazas en el archipiélago. La solución es clara: aumentar el plus de insularidad, una retribución que ha quedado obsoleta debido a que el Ministerio del Interior no la actualiza. El Gobierno de coalición de PSOE y Sumar ha ignorado constantemente las demandas de dignificar el plus de insularidad de policías y guardias civiles, empeorando la situación.
Este desajuste en la compensación económica es alarmante. La vida en Baleares, caracterizada por el alto precio de la vivienda y otros servicios básicos, hace que trabajar en las islas sea menos atractivo para los agentes. Las consecuencias de esta inacción son graves: el déficit de seguridad afecta a los ciudadanos, aumenta la presión sobre las fuerzas del orden existentes y deja a la región expuesta ante el incremento de la criminalidad y el aumento exponencial de la llegada de embarcaciones con inmigrantes irregulares provenientes de Argelia, a quienes, además, no se puede devolver a aquel país debido al conflicto diplomático existente entre los dos Estados.
El Gobierno de coalición de PSOE y Sumar ha ignorado constantemente las demandas de dignificar el plus de insularidad de policías y guardias civiles
Una vez más hay que insistir en que el Gobierno debe actuar de inmediato y actualizar el complemento de insularidad para que esté en sintonía con la realidad económica actual de las islas. Además, es crucial mejorar las condiciones laborales y dotar de recursos a los Cuerpos de Seguridad para que puedan cumplir con su deber constitucional de proteger los derechos de la población y garantizar la seguridad ciudadana.
Es inaceptable que, en un momento en el que la seguridad es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, el Ejecutivo y la Delegación del Gobierno en Baleares sigan ignorando un problema tan evidente. La solución está al alcance de la mano: mejorar las condiciones de trabajo y retribución de los agentes en Baleares. La inacción solo conseguirá agravar una situación insostenible, dejando a los residentes de las islas vulnerables ante un déficit de seguridad que podría y debería haberse evitado.
