El jefe de la DGT en Baleares se desentiende del colapso en la obtención del carné de conducir

De la entrevista al jefe provincial de Tráfico en Baleares, Fernando Alonso, queda una sensación incómoda. Fernando Alonso habla largo y tendido de movilidad, de sostenibilidad y de seguridad vial, pero esquiva con notable habilidad uno de los asuntos que más indignación genera entre miles de ciudadanos: las interminables listas de espera para obtener el permiso de conducir.

En Baleares, sacarse el carné se ha convertido en una carrera de fondo desesperante, con aspirantes que esperan meses —en algunos casos más de medio año— para realizar una prueba práctica. Jóvenes que necesitan el carné para trabajar, profesionales que no pueden incorporarse a un empleo, familias que asumen sobrecostes en autoescuelas sin que nadie les dé una explicación convincente. Y, sin embargo, el máximo responsable de la DGT en las islas elude su responsabilidad y la endosa a las autoescuelas.

Alonso alude de forma genérica a la falta de examinadores, a problemas estructurales que vienen de lejos y a una presión creciente de la demanda. Todo cierto, pero incompleto. Porque su responsabilidad no es describir el problema, sino gestionarlo, exigir soluciones y ponerlas encima de la mesa. Y en la entrevista no hay ni autocrítica, ni propuestas concretas, ni un calendario creíble para normalizar la situación.

El máximo responsable de la DGT en las islas elude su responsabilidad y la endosa a las autoescuelas

Resulta llamativo que quien no duda en apelar a la corresponsabilidad ciudadana cuando habla de seguridad vial sea incapaz de asumir la suya propia cuando se le interpela —aunque sea de forma indirecta— por un servicio público claramente deteriorado. La DGT no puede limitarse a ser notaria del colapso, ni esconderse tras decisiones que dependen “de Madrid” como si eso eximiera de toda obligación política y administrativa.

El discurso sobre movilidad sostenible, reducción del vehículo privado o cambio de modelo pierde credibilidad cuando la propia Administración bloquea el acceso legal a la conducción sin ofrecer alternativas. No es coherente pedir menos coches mientras se condena a miles de ciudadanos a la espera eterna por pura ineficiencia.

La entrevista deja claro que el máximo responsable de la DGT en Baleares no es capaz de proporcionar datos de la lista de espera, de la que incluso niega su existencia y no se siente interpelado por el colapso del sistema de exámenes. Entonces el problema no es solo la falta de medios, sino la falta de liderazgo y responsabilidad. Y eso, en una administración clave para la vida cotidiana, es todavía más grave.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias