El exconseller de Salut, el archiconocido Vicenç Thomàs, ha pasado del coche oficial al mercedes público con chófer, o lo que es lo mismo, que ahora, que es un ciudadano de a pie, sin prebendas, utiliza el transporte público, el autobús de la EMT para más señas, en sus desplazamientos. El otrora “fotomatón”, así llamado por sus constantes y diarias apariciones en los medios de comunicación, ha aparcado el uniforme de conseller y se junta con los ciudadanos que cada día se suben al autobús para acudir al trabajo. Y allí lo han visto quienes me lo cuentan, porque después de cuatro años de ver su cara tan a menudo, hay pocos que no le conozcan. Y mientras el diputado autonómico Thomàs retorna al mundo real, los hay que todavía se preguntan por su futuro, porque en el caso de volver a ocupar su plaza de médico de familia, en el centro de salud, puede ser recibido con todos los honores, los mismos que se ha ganado a pulso a lo largo de estos cuatro años. Y es que, uno siempre recoge lo que siembra.





