Fernando Areal ha admitido haber pagado con dinero negro casi 72.000 euros de los gastos de campaña de las elecciones autonómicas de 2007 del Partido Popular de Balears. Después de negarlo hasta la extenuación, el exgerente del Partido Popular de Balears y cuñado de Jaume Matas, una vez sentado en el banquillo de los acusados ante el juez Eduardo Calderón y teniendo al fiscal Pedro Horrach solicitando una pena de 3 años de cárcel, ha hecho lo más sensato y ha reconocido el delito a cambio de una reducción notable de la pena solicitada hasta la mitad, lo que le permitirá previsiblemente eludir el ingresó en prisión.
El exgerente del PP cometió un delito electoral al excederse en los gastos electorales permitidos a su formación. Esto significa que el PP en 2007 compitió -y ganó- dopado, hizo trampas y concurrió a las elecciones en condiciones más ventajosas que el resto de partidos. El juicio deja claro este extremo, aunque no profundiza en averiguar de dónde salieron los 71.958 euros de dinero negro, quién los pagó ni a cambio de qué.
Por más que los actuales dirigentes del PP balear quieran desvincularse del delito cometido y reconocido ya por Areal, lo cierto es que tal tarea no es fácil. La petición de perdón por parte del secretario general Andreu Ferrer, suena poco creíble y es razonable pensar que la catarata de casos de corrupción que salpican al PP puede pasarles factura en las próximas elecciones generales del mes de diciembre.





