Hasta 8 veces ha tenido que cerrar el puerto exterior de Ciutadella al tráfico marítimo desde que empezó 2015. La última vez, hace apenas tres días, el dique estuvo cerrado durante 48 horas. La razón, las condiciones meterológicas adversas a lo largo de estos dos meses, destancando el temporal de finales del mes pasado que dejó olas de más de 8 metros y vientos de hasta 105 kilómetros por hora.
Autoridades de Ports de les Illes Balears explican que la orden de cierre del dique se da en función a tres criterios principales: la fuerza del viento, la visibilidad, y la agitación del agua en el interior del puerto. En cuanto al viento, probablemente el factor más condicionante, se determinan una serie de límites en función de la velocidad de las ráfagas y el tamaño de las embarcaciones: máximo 20 nudos para embarcaciones que superen los 130 metros, y 25 para embaraciones de 130 metros o menos. En caso de ráfagas de Ponent (noroeste y suroeste), los límites se rebajan a 15 y 20 nudos respectivamente, debido a la mayor exposición del puerto a este tipo de vientos.
En cuanto a la agitación interior, conocida como "tiranya" en la Isla, se establece que este parámetro no puede superar los 50 centímetros. Este criterio hace referencia a la maniobrabilidad de las embarcaciones dentro del puerto. Por último, se considera que la visibilidad se encuentra comprometida cuando corresponde con lo que meteorológicamente se llamaría niebla, es decir, visibilidad de menos de 1 kilómetro.
