La investigación, desarrollada por la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Manacor, se inició después de que el propietario de la empresa denunciara una serie de irregularidades contables y aportara abundante documentación. El empresario descubrió el fraude después de que la propia empleada reconociera haber manipulado contratos y desviado dinero a cuentas ajenas a la empresa.
MANIPULACIÓN DE CONTRATOS
Según las pesquisas policiales, la detenida firmaba contratos con los clientes en los que figuraban números de cuenta distintos a los de la empresa, de modo que las transferencias terminaban en sus cuentas personales.
Además, duplicaba los contratos: entregaba uno auténtico al cliente y otro modificado, con menos días contratados, a la empresa. Con esta artimaña, exigía pagos en efectivo y se quedaba con la diferencia económica.
Los agentes también comprobaron que la empleada realizó extracciones de dinero directamente de las cuentas bancarias de la empresa sin autorización y que usó la tarjeta corporativa para gastos personales.
En un episodio especialmente grave, llegó a vender un vehículo propiedad de la empresa sin conocimiento del propietario y se quedó con el dinero, aunque no llegó a formalizar el cambio de titularidad.
20 DOCUMENTOS CON CONFESIONES ESCRITAS
Durante la investigación, el empresario entregó a los agentes 20 documentos firmados por la trabajadora, en los que reconocía haber robado diversas cantidades de dinero y se comprometía a devolverlas, algo que nunca llegó a cumplir. En otro de los escritos, redactado de su puño y letra, admitía haber falsificado un contrato para apropiarse del importe correspondiente a esa operación.
La Policía Nacional dio por finalizadas las diligencias con la detención de la sospechosa, que fue puesta a disposición judicial en Manacor. La investigación sigue abierta para determinar el destino final de los fondos desviados y esclarecer si existen más afectados por las irregularidades cometidas.







