¿Podría hacer balance de estos dos primeros años de Govern?
— Han sido 24 meses en los que se ha trabajado muchísimo, por eso el 93% del programa de gobierno está cumplido o en funcionamiento. Pero sobre todo también se han puesto sobre la mesa temas y retos que no se solucionan ni en 24 ni en 48 meses, pero que decidimos que no los íbamos a seguir guardando en un cajón. Hablo del reto de la vivienda, de la contención turística, del crecimiento demográfico, del reto migratorio, de la reindustrialización, de las inversiones estratégicas ‘Illes en Transformació', con 3.800 millones de euros en inversión.
¿Cuáles van a ser las prioridades del Govern en lo que queda de legislatura hasta las elecciones de 2027?
— La hoja de ruta que va a pivotar sobre el vicepresidente primero, sobre Toni Costa, es de la transformación de estas islas. En los últimos 10 años hemos crecido más de 110.000 personas en estas islas, un crecimiento demográfico no experimentado en el mundo. Y donde ha habido también un crecimiento en el número de turistas, llegando a los 18 millones el año pasado. El plan ‘Illes en Transformació’ contempla 3.800 millones de euros: 600 millones en escuelas públicas, en Educación Pública y Educación 0-3, 400 millones en centros de salud, en unidades básicas y hospitales, 600 millones en agua, en depuradoras, en desaladoras, en cerrar el ciclo del agua, en reducir las pérdidas por las redes de distribución de aguas, 24 millones de euros en el nuevo Distrito de Seguridad, etc. Es decir, toda una serie de inversiones que incluyen más de 100 millones, solo en los últimos presupuestos aprobados, para construcción de vivienda pública.

La vicepresidenta segunda, con Antònia Estarellas, tiene un encargo también muy claro, las personas, el día a día, el pequeño problema, con un Govern más municipalista. En las próximas semanas vamos a presentar, junto con la consellera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, un plan de choque para reducir las listas de espera de dependencia y de discapacidad.
Y una tercera hoja de ruta, que son las bases para la agenda de la transición del documento del doctor Antoni Riera, elaborado por más de 100 entidades, que se suma a nuestro programa de gobierno, pero que tanto patronales como sindicatos nos pedían. También una estructura propia para llevarlo a cabo con un calendario de ejecución, al frente del cual estará Cati Cabrer en la Conselleria de Trabajo, Función Pública y Diálogo Social.
Dice el PSOE que esa segunda vicepresidencia es ilegal…
— ¿El Estatuto de Autonomía es ilegal? El Estatuto de Autonomía habla de vicepresidencias. En cualquier caso... La Ley de 2019 habla de vicepresidente. Quizá también sería legal tener una vicepresidenta. Pero bueno, que siga la oposición haciendo análisis sintácticos, que nosotros vamos a seguir gobernando.
“La oposición hace sintaxis; nosotros gobernamos”
La oposición sostiene que la vida en Baleares está peor, que el alquiler es más caro, los pisos son inasequibles, que hay saturación turística y que, además, hay conflictividad laboral.
— Claro, porque cuando nosotros llegamos al gobierno los pisos eran una ganga, no había apenas turistas, la saturación era una sensación, en palabras de la anterior presidenta del Govern, en Ibiza iban sobrados de oncólogos, no había manifestaciones a las puertas de Can Misses, no había emergencia habitacional, no había ninguna crisis de vivienda. Por eso se autorizaba un chalet en rústico con piscina cada 26 horas, o por eso la gran política de vivienda fue un nuevo barrio en Palma a razón de dos millones de euros el piso. Esto es lo que pasa cuando te crees que lo que pasó en mayo de 2023 fue un accidente.
Pero no se le escapa que hay problemas graves que solucionar…
— Soy consciente que hay muchos temas que no se han resuelto en dos años y que necesitan mucha más intensidad, trabajo y, sobre todo, más tiempo. Entonces, cogimos unas listas de espera totalmente desbocadas en la sanidad pública. Cogimos una sanidad pública en Ibiza absolutamente desmantelada. Cogimos una sanidad pública en Menorca, en Formentera, donde el acceso equitativo a los servicios públicos no estaba garantizado. Ahora se está construyendo el primer centro de salud de Formentera, la única isla sin centro de salud.
Hemos cubierto la plantilla de oncólogos de Ibiza, hemos contratado más de 100 especialistas en Ibiza. Hemos contratado también varias decenas de especialistas en Menorca. Van a disponer de un digestivo en el Hospital Mateu Orfila. Hay el servicio de alergología, por ejemplo, en Son Espases, que no existía. Los cribados neonatales han pasado de 7 a 40 enfermedades. Es decir, hay toda una serie de servicios nuevos que se dan y que antes no se daban.
Y en materia de vivienda, ¿qué nos puede decir?
— Que ojalá yo me hubiera encontrado una política de vivienda que ahora diera sus frutos, porque la política o la no política de vivienda no da sus frutos de forma inmediata. Porque ya me gustaría a mí que los más de 5.000 pisos a precio limitado (HPL) que están en tramitación, se construyeran de un día para otro. Pero esto es engañar a los ciudadanos.
Para poder construir estos pisos plurifamiliares HPL, pues hacía falta una normativa que se aprobó con la consellera Marta Vidal dentro de los 100 primeros días de nuestra llegada al Govern. El Colegio de Arquitectos y los constructores afirman que hay un cambio de tendencia. Que ya no se construyen nuevas unifamiliares en rústico, lo que está repuntando es la construcción de plurifamiliares. Hemos crecido en 110.000 personas en los últimos 10 años y se construyeron 30.000 viviendas. Entonces, ahí está la clave de la emergencia habitacional.

¿No cree que también debe actuarse en la seguridad jurídica a los arrendadores?
— Hay que acabar con el miedo del propietario a alquilar. Vamos a revisar el programa de alquiler seguro añadiendo la posibilidad de financiar la reforma o la rehabilitación del piso para poner a disposición del mercado. Pero tenemos una ley estatal de vivienda que te dice que si tú alquilas tu piso y tu inquilino se declara vulnerable, pues la vulnerabilidad no la va a cargar el Estado, no la va a cargar ni siquiera la comunidad autónoma, sino que la va a cargar al propietario ante la imposibilidad de expulsar de sus casas a los okupas o los inquiokupas.
"Francina Armengol tiene la ley antiokupación guardada en un cajón"
Francina Armengol tiene la ley antiokupación guardada en un cajón, como solía hacer con los problemas, pero ahora no porque sea un problema, sino porque sería un problema para el gobierno porque ganaría la oposición y se aprobaría una ley antiokupación con la oposición del Partido Socialista. Y nosotros aquí acabamos de aprobar también una serie de medidas fiscales para el propietario que tiene la mala suerte de ver cómo su vivienda está siendo okupada.
¿Está su gobierno entregado a la ultraderecha, como afirma la oposición de izquierdas?
— A los partidos de izquierdas les hubiera gustado que yo llegara al ecuador de la legislatura y se hubiese cumplido lo que ellos vaticinaron incluso antes de las elecciones, que las mujeres perdieran sus derechos. Las mujeres no solo no han perdido ningún derecho, sino que, por ejemplo, tienen la primera Ley de conciliación de las Islas Baleares, aprobada por el Partido Popular con los votos de Vox. Hablaba antes del cribado neonatal.
Hemos invertido más de 50 millones en educación 0-3, con más plazas, con más escoletas, con más gratuidad. También pregonaban que no había estabilidad, pero hemos aprobado todo aquello que se ha llevado al Parlament, a diferencia de lo que pasa con el Gobierno de España.
Lo mismo sucede con las personas LGTBI, que aseguraban que perderían derechos. O que se iba a derogar la Ley de normalización lingüística y nada de eso ha sucedido. Seguimos sin derogar el decreto de mínimos, sin acabar con la autonomía de centros. Y incluso yo llegué a escuchar en el Parlament que íbamos a cuestionar el propio estatuto de autonomía. Yo creo que los hechos desmontan todas estas falacias.
¿Y qué me dice de Vox?
— Vox decidió hace ahora un año que no había pactos en ninguna comunidad autónoma. Y fue una decisión nacional que yo puedo tener mi opinión. Nosotros aquí lo sufrimos menos que otras comunidades autónomas porque ya habíamos decidido gobernar en solitario desde el primer día con un gobierno monocolor de consellers y directores generales.
¿No se arrepiente de esa decisión? ¿No piensa que a lo mejor hubiera tenido menos conflictividad si hubiera tenido uno o dos consellers de Vox?
— No solo no me arrepiento, sino que yo creo que el tiempo nos ha dado la razón. Donde se gobernaba en coalición la salida de Vox en julio del año pasado creó una situación complicada. Aquí simplemente continuamos igual. Es verdad que ha habido conflictos, esto es público y notorio. Somos dos partidos distintos, con dos programas distintos, que yo respeto muchísimo a los 62.000 votantes de Vox que situaron a Vox como tercera fuerza, pero yo exijo también muchísimo respeto por los más de 160.000 votantes que nos dieron al Partido Popular la mayoría.
Cuando esta correlación de fuerzas es bien entendida, llegan los pactos. Cuando esta correlación de fuerzas no se entiende y se quiere que se gobierne con un programa que ha tenido muchos votos, pero con un programa de gobierno que ha quedado como tercera fuerza, es cuando se rompen los pactos o cuando una decide retirar los presupuestos que estaban ya en tramitación. Las broncas, el ruido, las desavenencias se han quedado en el propio arco parlamentario y no han llegado al gobierno.
“No me arrepiento de gobernar en solitario: el tiempo nos ha dado la razón”
¿Intentará llegar otro acuerdo con Vox para terminar la legislatura?
— No. Estos dos años hemos ido ley a ley e iniciativa a iniciativa. Falta una ley de costas, la ley agraria y la segunda ley de simplificación administrativa; y yo espero también encontrar puntos de acuerdo con Vox y con el resto de partidos. Yo sigo tendiendo la mano al resto de partidos, pero la realidad es que mientras no teníamos presupuesto, algunos presentaban unas enmiendas financieras que suponían el recorte de 400 millones de euros de los servicios públicos. Recortar en sanidad, en educación…
Los que decían que no pactase con Vox unos presupuestos, nos querían obligar a recortar 400 millones de euros. Me negué e intensificamos las negociaciones con Vox. Vamos a seguir negociando y voy a seguir con la mano tendida a la izquierda.

También hemos oído que ustedes están haciendo recortes en lengua catalana, en memoria democrática y ahora también en derechos de las personas migradas…
— En lengua catalana seguimos con la normativa vigente, fruto del consenso. Lo único que hemos hecho es aplicar el sentido común, por ejemplo, en sanidad. El Tribunal Constitucional nos ha dado la razón. Dijimos que el catalán era un requisito disuasorio, y se ha demostrado que lo era. Ahora, más de 500 sanitarios se están formando en catalán. No veo ningún recorte ahí. Tampoco en la promoción de autores de las islas. Apostamos por la cultura en mayúsculas, no por la cultura de amiguismos.
Sobre el plan piloto de libre elección lingüística, funciona sin incidentes. Cada año hay más centros que se suman. Y cada vez que firmo algo con Vox, se anuncia el apocalipsis, pero luego no pasa nada.
En cuanto a memoria democrática, hemos aprobado el quinto plan de fosas y seguimos recuperando cuerpos de la Guerra Civil. Todo el mundo merece un entierro digno. Defendemos esa ley, que fue consensuada. Otra cosa es la ley de memoria histórica, que no fue consensuada, tiene aspectos que no compartimos y cuya derogación ya planteaba el PP antes que Vox. Además, está superada por una ley nacional.
Sobre inmigración irregular, no tenemos competencias, pero sí la obligación de acoger con dignidad. Cuando eso no se cumple, lo denuncio. Las pruebas de edad a menores no acompañados son una garantía para ellos y para quienes ya están en los centros. No voy a mirar hacia otro lado mientras el delegado del Gobierno dice que podemos acabar como Canarias. Si tiene datos, que nos diga cómo lo vamos a evitar.
Y no hay recortes, hay nuevos derechos: ayuda pionera para enfermos de ELA, educación gratuita de 0 a 3 años, deducciones fiscales... Hemos ganado derechos.
La izquierda le señala como un gobierno que beneficia a los especuladores urbanísticos con la amnistía urbanística y permitiendo la construcción en suelo rústico.
— Eso es falso. No hemos recalificado ni un metro de rústico. Las áreas de transición ya estaban previstas en los planes urbanísticos del anterior Govern. Son zonas pensadas para el crecimiento urbano. Lo que hemos hecho es agilizar su desarrollo. No podemos esperar diez años. Además, solo se construirá vivienda protegida, a precios limitados y para residentes legales de al menos cinco años. No habrá vivienda libre ni efecto llamada.
Ya hemos activado mil nuevas VPO con criterios de residencia. Entonces, no es suelo rústico. Nosotros no hemos declarado ni un área de transición más de la que pintaron los políticos de izquierdas en el plan general. Ni un metro más, ni un palmo más. Las normas de construcción en rústico son las mismas que la legislatura anterior.
¿Le preocupa el dinero reputacional que están provocando a la industria turística las protestas y más concretamente los actos vandálicos?
— Me preocupa el que no se condenen estos actos vandálicos por parte del Partido Socialista y sobre todo por la Secretaría de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, que a día de hoy todavía no ha condenado los actos vandálicos. Esto es lo que me preocupa. Que critique al Govern y que su partido se manifieste pidiendo decrecimiento turístico, mientras el Ministro de Turismo en cada feria habla de cifras récord. Pregonan decrecimiento detrás de una pancarta, mientras aumentaron más de 115.000 plazas en ocho años.
¿Qué opinan sobre el alquiler de embarcaciones de recreo aprobado por el Gobierno central?
— Nos oponemos desde el primer momento. Esto es el “Airbnb del mar”. Ya lo hemos prohibido en puertos autonómicos y vamos a legislar para vetarlo. El PSOE dice ahora que Baleares quedará excluida, pero el decreto está publicado y no nos han avisado. Es una pantomima.
"El ‘Airbnb del mar’ es una barbaridad que vamos a vetar”
Hablemos del decreto de contención, que está siendo criticado por la izquierda, pero también por los hoteleros, que se han mostrado críticos con lo de las famosas 90.000 plazas que la ley de turismo condenaba desaparecer.
— Otra mentira. Esas plazas nunca iban a extinguirse. Nosotros en el Parlament sacamos el diario de sesiones como en aquel momento el PI presentó una enmienda para salvaguardar estas 90.000 plazas y el Partido Socialista apoyó esta enmienda del PIB. Y como Francina Armengol en una respuesta parlamentaria a Toni Costa le dijo: “usted está mintiendo, no corre peligro ninguna plaza de alquiler vacacional”.
O sea, solo estaban destinadas a desaparecer cuando están en la oposición, como desaparece la coherencia del Partido Socialista. Ahora lo niegan. Nuestro decreto prohíbe el alquiler turístico en plurifamiliares, endurece el acceso a nuevas plazas y sanciona con hasta 500.000 euros el alquiler ilegal.
En Ibiza han desaparecido cientos de anuncios de las grandes plataformas. Hablamos, por ejemplo, de limitación y regulación de entrada de vehículos en todas las islas, todas gobernadas por el Partido Popular.
Si usted coge los periódicos, parece que ustedes tengan intención de asfaltar hasta la playa…
— Son los mismos que decían, que las mujeres tampoco tendrían derechos a esta legislatura o que dejaríamos de hablar en catalán en estas islas. Los titulares y las mentiras tienen el recorrido que tienen, por muy llamativos que sean. Mientras se hacen estos titulares, nosotros destinamos, por ejemplo, el ITS, el impuesto de turismo sostenible, a adquirir cinco nuevas fincas públicas y ampliar el parque de Llevant.
Mientras ellos alarman, nosotros hemos comprado cinco nuevas fincas públicas, declarado dos reservas marinas y estamos invirtiendo 600 millones en agua. Eso es política ambiental seria. No ideología cara que acaba en sentencias millonarias como la que nos ha obligado a pagar 100 millones a Matías Kühn.

¿Qué le va a plantear al señor Pedro Sánchez este martes en su reunión?
— Pues, nada nuevo. Ya le he planteado lo mismo dos veces: infrafinanciación, inmigración, sobrepoblación, trenes... Me siento un poco ridícula repitiéndolo. Pero insistiré y le exigiré que aclare cómo evitará que Baleares acabe como Canarias.
¿Hablarán del cupo catalán?
— Sí porque es una subida de impuestos a los ciudadanos de Baleares. Es imposible que Cataluña se salga de la caja única de financiación, siendo sólo tres comunidades aportadoras, Madrid, Baleares y Cataluña, por este orden; que se salga una, que nos quedemos Madrid y nosotros, y que se sigan financiando los servicios públicos de todo el país sin cargar impuestos a los ciudadanos de Baleares.
El Partido Socialista sostiene todo lo contrario, que si ese o ese acuerdo es bueno para Cataluña, para Baleares sería todavía más bueno.
—Quiero verlo, porque Sánchez ha engañado absolutamente a todo el mundo, y no me extrañaría que tampoco hubiera este cupo separatista. Quiero verlo. la Vicesecretaria del PSIB, Rosario Sánchez, fue Consellera de Hacienda. Y ellos decían que esto era una barbaridad. Y negaban en el Parlamento que existiera un cupo y que este cupo sería perjudicial. Yo no sé qué le ha pasado a la Secretaria de Estado desde que fue Consejera de Hacienda y defendía lo contrario ahora que es la portavoz de Sánchez en Baleares.
"Sí, me volveré a presentar: tengo más fuerza y ahora también experiencia”
¿Se volverá usted a presentar en las elecciones?
— Si mi partido quiere, y yo imagino que en estos momentos quiere, pues sí. La ilusión está intacta y la fuerza es mayor porque ahora también cuento con la experiencia.
Un comentario
Gracias al cupo Vasco y a ser llave en el gobierno, contribuyen menos a los gastos generales, si este beneficio se lo Dan a Cataluña pasará lo mismo, quienes gestionen sus impuestos tendrán un 50% más de dinero para sus servicios públicos a costa de los del régimen común que tenemos que cubrir ese déficit. Es como si el presidente de una comunidad de vecinos deja que los ricos del ático con piscina privada paguen menos a la comunidad a cambio de que le voten