Un estudio alerta del desgaste laboral que sufren las camareras de piso

La salud laboral de las camareras de piso vuelve al centro del debate, esta vez con datos, diagnósticos y un mensaje claro. El problema existe, es complejo y no se soluciona señalando culpables. La Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) y el Clúster Biotecnológico y Biomédico de les Illes Balears (BIOIB) han presentado este viernes las conclusiones de un año de trabajo conjunto para analizar —y mejorar— el bienestar de uno de los colectivos más castigados del sector turístico.

El estudio, presentado en la sede de la FEHM, pone cifras a una realidad conocida. La tasa media de bajas laborales entre camareras de piso se sitúa entre el 30 y el 35 por ciento del personal del departamento. A partir de ahí, la investigación ha ido más allá del titular fácil y ha abordado las causas del dolor musculoesquelético, las carencias del circuito asistencial y el papel que pueden jugar la innovación tecnológica y la prevención para reducir el absentismo.

Han participado hoteles asociados a la FEHM, más de 50 expertos de los ámbitos sanitario, preventivo y turístico, además de distintas entidades públicas. El proceso Delphi empleado ha recopilado más de 11.000 respuestas profesionales, convirtiendo el informe en uno de los más completos realizados hasta ahora en Baleares en materia de salud laboral.

La vicepresidenta ejecutiva de la FEHM, María José Aguiló, ha querido marcar el tono desde el inicio. “El estudio no apunta a señalar, sino a comprender, y generar conocimiento para avanzar”. Para la patronal hotelera, el informe no cierra nada, sino que abre un camino. “No es un punto final, sino un punto de partida para seguir investigando, dialogando y mejorando”, ha subrayado.

LOS PROBLEMAS DE SALUD DETECTADOS TIENEN SU ORIGEN EN FACTORES PERSONALES PREVIOS

Aguiló ha defendido que la evidencia científica es clara en cuanto a las obligaciones empresariales en prevención y cumplimiento normativo, pero ha añadido un matiz incómodo: una parte relevante de los problemas de salud detectados tiene su origen en factores personales previos. El propio estudio refleja que cerca del 70 por ciento de las trabajadoras encuestadas no practica ningún tipo de ejercicio físico, con tasas elevadas de tabaquismo y obesidad. “Las empresas están cumpliendo, pero en muchos casos se enfrentan a desafíos que van más allá del entorno laboral”, ha señalado, apelando a enfoques compartidos y corresponsables.

El informe también desmonta algunos tópicos. En los centros donde existe una cultura preventiva sólida y programas internos de acompañamiento, los indicadores de salud y bienestar son sensiblemente mejores. Un dato que, según la FEHM, demuestra que invertir en salud laboral no solo es una cuestión ética, sino también una decisión rentable en términos de estabilidad y productividad.

REVISAR LA NORMATIVA TURÍSTICA

Entre las conclusiones más sensibles figura la necesidad de revisar la normativa turística, especialmente en lo que afecta a la carga de trabajo en limpieza: desde la obligatoriedad de la limpieza diaria hasta la tipología de materiales y elementos presentes en las habitaciones, que incrementan la exigencia física del trabajo.

La jornada ha contado también con la participación de la gerente de BIOIB, Zara Pons, y del director general de IB-Salut, Javier Ureña, que han coincidido en la importancia de reforzar la colaboración entre el sistema sanitario y el sector hotelero para avanzar hacia un modelo más sólido de salud laboral, basado en la detección precoz, la prevención y el acompañamiento profesional.

PONENCIAS TÉCNICAS Y MESAS DE DEBATE

Las ponencias técnicas y las mesas de debate han puesto el foco en la innovación clínica, la cronificación del dolor musculoesquelético —principal causa de baja— y la necesidad de mejorar la coordinación entre niveles asistenciales. Todo ello en el marco del proyecto “Optimización de la salud laboral y reducción del absentismo en el sector hotelero de Baleares”, financiado con fondos Next Generation EU a través de la Conselleria de Turismo.

Las conclusiones finales dejan poco margen a la ambigüedad: hay consenso en reforzar la prevención, mejorar el circuito asistencial, impulsar la educación sanitaria y avanzar hacia un modelo de salud laboral centrado en las personas. El diagnóstico está hecho. Ahora, el reto será convertirlo en cambios reales en uno de los trabajos más invisibles —y físicamente exigentes— del principal motor económico de Baleares.