Hoy no quiero hablar de la nueva representación esperpéntica vivida la semana pasada en el Congreso, convertido en un bazar de Decretazos del Gobierno. Tampoco sobre la última mentira diseñada ejecutada por el Ministro ‘Félix Engaños SA’ con técnicas gobbelianas, esta vez mintiendo hasta en las competencias relativas a inmigración para justificar su última cesión al partido de Puigdemont. Ni se sonroja cuando miente premeditadamente. Es lo que tiene ser triministro y saberse el todopoderoso aglutinador de los tres poderes del Estado. Si hay que decir que ‘Inmigración’ no es competencia del Estado para cederla a Cataluña a modo de trueque, pues se pone en marcha la maquinaria de Propaganda y se repite una y otra vez que es política exclusiva europea cuando en realidad y de conformidad con los Tratados UE, ‘inmigración’ es una competencia compartida entre el Estado y la UE en algunos aspectos., por tanto, ¿van a aclarar qué es lo que se ha cedido a una Comunidad Autónoma?
Y mientras la política española está sumida en su bucle identitario perenne, de extremo a extremo del arco parlamentario; mejor miremos a Europa. En Dinamarca, la Reina Margarita abdica y Federico X es proclamado Rey de los daneses con un gran respaldo popular en las calles de Copenhague. En Francia, el país de Charles de Gaulle, quien aseveró que “patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero y nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero”, Macron ha remodelado su gobierno. Y permitidme que aproveche estas líneas para felicitar a Stéphan Sejourné, hasta ahora presidente de Renew Europe y nuevo Ministro para Europa y Asuntos Exteriores, al que conozco personalmente y admiro por su enorme preparación, talento y cercanía. Aunque, sin lugar a dudas, el gran protagonista de la semana ha sido Gabriel Attal, nombrado Primer Ministro con treinta y cuatro años. A estas alturas ya nadie duda de que Attal está llamado a ser el sustituto natural del Presidente Macron. Quien devolvió en 2017 la dignidad a Europa en pleno auge de los populismos, en plena crisis económica y social y tras el Brexit, que puso de manifiesto que nuestro proyecto de integración europea es reversible, pero también imprescindible. Porque ni el populismo, ni el proteccionismo, ni el intervencionismo, ni el nacionalismo son la solución a los desafíos de la Europa del siglo XXI.
Ahora toca volver a España y le toca el turno al bucle mediático. Lo siento, esto es una humilde columna, libre eso sí, no la lámpara del genio de Aladino. Un periódico de tirada nacional -que obvaimente no voy a citar- se escandaliza de que “Francia tiene un primer ministro abiertamente homosexual. Y no es noticia” y así titula su artículo en la sección de internacional. Y ya lo remata en el subtítulo destacando que “Gabriel Attal, recién nombrado por Macron al frente del Gobierno, no hace bandera de ser gay y su orientación sexual importa poco en el país”.
Y así están las cosas. Francia vs España. Encuentren las diferencias. No apto para patriotas excluyentes y para haters de ‘gatillo’ rápido y simplista.