El “pianista de pianistas” clausura este jueves en el Auditorium de Palma el Ciclo de Grandes Pianistas promovido por la European Music Foundation en un concierto que algunos califican de “sin precedentes”. Imperturbable, impecable, “genio huraño e insondable”…”intérprete único”, estos son algunos de los calificativos con los que la prensa ha definido al gran maestro Grigory Sokolov, nacido en Leningrado (hoy San Petersburgo) en 18 de abril de 1950.
El pianista argentino Nelson Goerner, encargado de inaugurar este martes el Ciclo de Grandes Pianistas impulsado por la European Music Foundation, se refería a Sokolov diciendo del virtuoso que “tiene una dimensión muy particular, no se parece a nadie”. Goerner, que ha coincidido en distintas ocasiones compartiendo cartel con el maestro ruso, reitera que Grigory Sokolov es “una de las figuras del panorama pianístico internacional de mayor impacto”. Y es que el pianista se impone, como bien describió el artista argentino “por la fuerza de sus interpretaciones, por su calidad”.
Las actuaciones de Sokolov, que se inició en el piano a la edad de 5 años, se convierten en una especie de liturgia concertística que traspasa la categoría de recital para convertirse en ceremonia única. Es precisamente en sus directos donde el espectador puede palpar la creencia inequívoca de este insondable y a la vez fascinante artista, que se muestra convencido de que “el arte es parte de la vida” y de que ambos conceptos “no se pueden desligar”.
Sokolov traspasa la partitura y eleva el concepto de interpretación a un nivel indescriptible. Coinciden crítica y pianistas en que “su magnetismo irrefrenable, el impacto y la fuerza de sus directos jamás dejan a nadie indiferente”.