La Alianza Mar Blava organizó un coloquio bajo el título “Las Balears y el cambio climático. El acuerdo de París, repercusiones del cambio climático en el Mediterráneo y Balears” celebrado este martes en el Centro Cultural de Jesús.
Los participantes fueron Joan Groizard, director general de Energía y Cambio Climático del Govern de les Illes Balears, y Teresa Rivera, directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales y exsecretaria de Estado de Cambio Climático.
Durante la presentación llevada a cabo en Pimeef, los ponentes explicaron que el Acuerdo de París establece que en 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero deben ser cero o caso cero, por lo que esto obliga a tomar medidas que afectan a varias legislaturas y también la forma en que se toman las decisiones.
Groizard explicó que la generación de electricidad en Balears es especialmente sucia porque se basa en combustibles fósiles como el carbón. En Eivissa y Formentera el año pasado se batieron récords históricos de demanda eléctrica, algo insostenible a juicio del director general ya que requiere de mayor generación y de instalaciones de alta tensión para satisfacer la demanda, lo que afecta a las emisiones de CO2. Además la generación con energías renovables está estancada. También explicó que en Balears hay 800 vehículos por cada 1.000 personas, cuando en el resto de España la media es de 600-650, sin contar los vehículos de alquiler no registrados en Balears, lo que exige un cambio de modelo de movilidad.
Para cumplir con los requisitos que marca el acuerdo de París, Groizard explicó que el Govern está trabajando en un estudio de vulnerabilidad y que tras este estudio se elabore un plan de adaptación. Y también en la elaboración de una Ley balear de lucha contra el cambio climático que cuente con el mayor nivel de consenso político y social posible.
CAMBIO DE MODELO ENERGÉTICO
Teresa Rivera explicó que poco a poco más gobiernos y también más inversores consideran sus inversiones en combustibles fósiles como de riesgo, o que no tendrán el retorno esperado, por lo que cada vez son más reticentes a ellas y comienzan a diversificar. "Es absurdo dedicar dinero y esfuerzos a algo que sabemos que no tendrá valor en muy poco tiempo", defendió Rivera.
Por ello, ha habido abandono de actividades en el Ártico, en Brasil y en México. También citó los ejemplos de Canadá y Ecuador, donde algunos proyectos han fracasado causando un gran daño a la economía de estos países.
Por su parte Carlos Bravo de Alianza Mar Blava manifestó su determinación para hacer entender a empresas que tienen solicitados proyectos de sondeos para hallar hidrocarburos en el Mediterráneo, como Spectrum, que lo mejor es que desistan de sus proyectos.








