Los hechos ocurrieron en agosto pero hasta este pasado fin de semana no se le pudo detener y todo gracias a la colaboración entre Guardia Civil y Policía Local británica.
Se trata de un británico que se encontraba huido de la justicia británica por un delito de homicidio cometido en su país. Estaba en libertad condicional y quebrantando su condena, bandonó el Reino Unido.
Fue aquí, en Mallorca, donde cometió los presuntos malos tratos a su pareja, también de nacionalidad británica. Los bobbies se encargaron de tomar declaración a la víctima y de la posterior investigación, tanto en Reino Unido como en la isla, que permitió dar con el sujeto.







