De nuevo Hollywood nos vuelve a sorprender, ¡y de qué manera!, al saltar las revelaciones de las actrices cansadas de los abusos de Harvey Weinstein, un director de cine que, como no quiere la cosa, abusaba de ellas a cambio de favores.
Realmente me parece “asqueroso” y utilizo esta palabra porque no hay otra que se adapte mejor a mi emoción.
En pocas ocasiones reconocemos la emoción del “asco” tan claramente como en esta ocasión.
Es una vergüenza que en pleno siglo XXI, alguien de su nivel, siga abusando de su poder y de su sexo para su beneficio.
Actores como George Clooney y Matt Damon han declarado que, aunque habían oído hablar de su fama de mujeriego, jamás creyeron que detrás de esa actitud machista y poco elegante, pudiera esconderse la figura de un abusador. “Sabía que era un estúpido, pero nunca pensé que iría a más”, declaraba Matt Damon.
Pero nada más ni nada menos que, 40 mujeres, ha denunciado a este repulsivo hombre que ha triunfado en Hollywood haciendo famosas a muchas de las actrices que ahora declaran el abuso.
Es una cruda realidad que hoy en día todavía siguen dándose casos como este en todas partes del mundo y sigue habiendo abuso de poder ante las mujeres.
La realidad es que muchas de nosotras en algún momento de nuestra carrera profesional los hemos sufrido y hemos tenido que parar los pies a más de un hombre.
Pero lo que es sorprendente es que, a día de hoy, siga ocurriendo, cuando la igualdad de género debería de ser una realidad.
Me indigna enormemente y solo pediría a la justicia que sea juzgado como la misma dureza que él ha actuado, porque Sres. y Sras., esto no se cura, ni se rehabilita, es una forma de ser y de estar en el mundo y debe ser castigada como tal.
Menosprecio cualquier tipo de abuso, pero el sexual posiblemente sea uno de los más duros que existe porque va unido a otros muchos.
Esperemos que pronto podamos dejar de leer este tipo de noticias porque se dejen de dar casos como este y que podamos comenzar a vivir en una sociedad más cívica y con mayores valores humanos.