Sí, creo que he leído bien: el candidato del PP a la presidencia del Govern ha declarado que no ha lugar para la Televisió de Mallorca, esa cadena que no ve nadie y que nos habrá costado un dineral para cuando la cierren. Pero lo más interesante de estas declaraciones es lo que está implícito: que IB3, la otra televisión, la que tampoco ve nadie pero que creó el PP y es cuatro veces más cara, seguirá funcionando, pese a todo. Ustedes verán, seremos pobres, no tendremos dinero para los libros de las bibliotecas, no tendremos calidad en la enseñanza, no atenderemos a los discapacitados, no podremos conservar nuestro patrimonio, pero que no nos quiten la televisión. ¿Para qué sirve? Salvo para que tenga audiencia, su utilidad es muy alta.
