El navegante mallorquín Hugo Ramón ha llegado esta mañana al puerto portugués de Cascais con el tiempo justo. Apenas dos horas antes de que la tormenta Gabrielle, degradada ya de huracán, golpeara la costa central lusa. A bordo del Cristalmina Majorica, y representando al Real Club Náutico de Palma (RCNP), el regatista ha completado la entrada con un frente borrascoso pisándole los talones. En las dos últimas millas escoltado por una neumática fletada por su club. Un recibimiento a la altura de la tensión acumulada.
El mallorquín no había tenido un arranque fácil. En la primera jornada de la Mini Transat, Ramón optó por izar el spinnaker 2 en condiciones más bravas de lo recomendable. La maniobra se convirtió en una arribada violenta que lo lanzó al agua. “Pasé bastante miedo”, ha admitido en un mensaje en redes. La línea de vida lo salvó de un susto mayor, pero el incidente se saldó con el botalón roto y varias averías que le obligaron a reducir marcha, reparar y, sobre todo, recuperar fuerzas.
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Reestablecido, buscó aire fresco por el oeste, dejando a babor el dispositivo de separación de Finisterre. El movimiento táctico le permitió recuperar quince puestos y volver a colocarse en la parte central de la flota, aunque en una posición más expuesta al huracán. Precisamente esa circunstancia lo puso en el punto de mira cuando la organización decidió anular la primera etapa –que unía Les Sables d’Olonne (Francia) con La Palma– e instó a toda la flota a buscar refugio en España o Portugal.
TODOS LOS PARTICIPANTES A SALVO
La regata, un clásico de la vela oceánica en solitario, se disputa cada dos años con barcos de apenas 6,50 metros de eslora, sin asistencia externa y sin comunicación con tierra. Considerada una de las pruebas más duras y auténticas del calendario náutico, está dividida en dos etapas: la primera hasta La Palma y la segunda hasta el Caribe.
La organización confirmó que todos los participantes están a salvo en distintos puertos de la Península. En los próximos días, cuando el mar dé tregua, los regatistas podrán reemprender el rumbo hacia Canarias fuera de competición, en convoy y, si lo prefieren, navegando en doble.
