Los expertos demoscópicos prevén que el resultado de las próximas elecciones autonómicas en Baleares podría depender de un solo diputado que decante, a un lado u otro, una mayoría de gobierno. De ahí la importancia que los partidos dan a "batallas" puntuales como puedan ser la de Palma o, muy especialmente, la de Ibiza.
Si Palma se considera territorio perdido para el Pacte en los próximos comicios, las diferentes formaciones se han centrado en Ibiza, llegando el debate a provocar la reacción del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Las fuerzas de izquierda han puesto en la diana al actual presidente del Consell d'Eivissa, el popular Vicent Marí, una figura que se sitúa como favorito para las próximas elecciones, en las que muchos le ven con posibilidades no sólo de ganar, sino de "barrer" a sus contrincantes.
Marí deberá declarar como investigado por la presunta contratación irregular de una campaña de promoción turística de 2020. La izquierda ha aprovechado el caso para volver a identificar PP con corrupción, recordando a Jaume Matas y los peores tiempos del tránsito judicial de los conservadores. La importancia que confieren a este caso -y a sus eventuales consecuencias electorales- se puso de manifiesto cuando el presidente Pedro Sánchez se refirió esta semana al asunto en una entrevista en una televisión nacional. Sánchez destacó la reciente presencia de Feijóo junto Marí en un acto en Ibiza, insistiendo en la imputación de este último y prolongando la sombra de la corrupción hasta el propio líder popular.
Frente a la artillería del Pacte, el PP califica las acusaciones a Marí de "infamia y montaje", y arremete con la situación sanitaria en Ibiza. Los populares han puesto el ojo, sobre todo, en la falta de atención para los pacientes oncológicos, insistiendo en que en las Pitiusas sólo hay un profesional de esta especialidad; una circunstancia que Salut considera que no devalúa la atención de los enfermos porque se cubre con oncólogos que vuelan a Ibiza cuando es necesario. La polémica lleva instalada en el Parlament desde hace semanas.
De una o de otra forma, lo que se percibe es el aumento de los nervios de las diferentes formaciones a tres meses de los comicios. Los estrechos márgenes que las encuestas atribuyen a las posibles mayorías de gobierno son caldo de cultivo para tensionar el debate político en lugares clave para la gobernabilidad balear. Ibiza, determinante en el resultado final de toda la comunidad, lo vive en primera persona.





