Tras la bienvenida de Carmen Planas, presidenta de Impulsa Balears, y Tomeu Matemales, director regional de Balears de Banco Sabadell, Antoni Riera, director técnico de Impulsa Balears, ha defendido en su ponencia que el turismo “debe ser motor de transformación y no solo de actividad y empleo”. Para ello, siguiendo la clasificación de ecosistemas industriales que impulsa la Comisión Europea, ha apelado a la necesidad cambiar la mirada y conectar el ecosistema ‘Turismo’, que aporta 9.835 millones de euros al VAB regional (25,6% del total) y 150.000 empleos (27,4%), con el de ‘Industrias culturales y creativas’, que suma 807 millones de euros (2,1%) y 18.000 empleos (3,2%), para sofisticar el entorno regional, atraer y retener talento, integrar tecnología e impulsar la innovación y cohesión social.
Y es que, en palabras de Riera, “las Industrias culturales y creativas no son un complemento, sino la base para avanzar hacia un sistema turístico sostenible y resiliente, favorable al progreso de la sociedad”. Y ha añadido: “La respuesta a los retos que enfrentamos no está en los mercados emisores ni en el perfil del turista; sino en nuestras capacidades, instituciones, estrategias y aspiraciones”.
El primer panel de la mañana ha cruzado filosofía, cine y gestión cultural. Javier Gomá ha subrayado el valor de la ejemplaridad como guía cívica; Jaume Ripoll ha reivindicado el cine como puente entre memoria y futuro capaz de sofisticar el destino; y Sara Magán ha situado las redes y alianzas como palanca para convertir proyectos con impacto positivo.
Vincent Truant, director de banca privada de Balears de Sabadell, ha sido el encargado de abrir el diálogo entre Inmaculada de Benito y la cantautora Bely Basarte. Ambas han señalado que la autenticidad –“una experiencia verdadera deja huella, no un escaparate”– y la escucha a residentes y creadores son la base de la sostenibilidad de los destinos y la única forma de trascender de lo íntimo a lo colectivo sin perder identidad.
En el último panel, moderado por Aina Ripoll, Odón Elorza ha defendido la cultura como energía democrática que ordena el turismo alrededor de la vida urbana, mientras que Jaime Martínez ha bajado la apuesta ‘naranja’ al terreno de las políticas concretas (espacio público, vivienda, movilidad) y a un objetivo compartido: turismo de valor, no de volumen. En ese marco, la candidatura Palma 2031 ha emergido como palanca para integrar identidad, innovación y convivencia.
La jornada, que ha sido clausurada por Jaume Bauzá, conseller de Turismo, Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears, ha servido también para compartir dos nuevas soluciones de inteligencia elaboradas por la Fundación: la Aplicación Focus · Los ecosistemas industriales en Balears, que radiografía la presencia y huella territorial de los 14 ecosistemas industriales europeos y ofrece métricas de VAB y empleo por islas y cadenas de valor para orientar estrategias públicas y privadas; y el monográfico i|producción · El potencial único de las industrias culturales y creativas, que analiza cómo las industrias culturales y creativas actúan como nodo conector que impulsa innovación, tecnología y cohesión social.
Una idea fuerza ha sobrevolado a lo largo la jornada: que el entorno defina el turismo –y no a la inversa– para garantizar un desarrollo turístico sostenible y resiliente, favorable al progreso de la sociedad








