El exconseller de Turisme, Jaime Martínez, y otros tres funcionarios públicos han sido imputados por el juez que investiga el presunto sobrecoste de 687.000 euros por la compra del hotel Rocamar, en Port de Sóller. Es una información e investigación de Diario de Mallorca.
La presunta maniobra comienza cuando el Govern Bauzá decide adquirir el edificio. La conselleria del entonces conseller Carlos Delgado pide a un experto en tasaciones que realice una valoración y la cifra establecida resulta ser 284.631 euros (el precio inicial del suelo urbanizable: 971.671 euros menos los gastos del derribo del inmueble, que calculó en 687.040 euros)
Sin embargo, la conselleria no hizo caso al informe y pidió uno nuevo a sus funcionarios, quienes establecieron el precio a pagar en 971.671 euros.
El presunto beneficiario fue el jefe de Inspección de la conselleria de Turismo, José Francisco Enseñat, y su familia, que gracias a la venta del Rocamar saldaron una supuesta deuda con el propietario del hotel, Francisco Castañer. Los Enseñat habrían hecho un préstamo de 990.000 euros a Castañer, que curiosamente se canceló el mismo día que el Govern compró el Rocamar.
