El candidato de Proposta per les Illes (El Pi) a la alcaldía de Palma, Toni Fuster, durante una visita a la mesa reivindicativa que la plataforma "Al Molinar Port Petit" monta cada domingo en el Passeig des Milonar, junto al Club Marítimo Molinar de Levante, para mostrar su oposición a un proyecto de reforma desmesurado y son consensuar, aseguró que si su formación llega a tener poder de decisión garantizarán un puerto pequeño como exige la plataforma.
Al margen de las promesas electorales de rigor en estas fechas, el candidato del Pi denunció que sea Madrid y no Balears quien tenga la última palabra respecto a este asunto. En efecto, no es de recibo que sea el Ministerio de Fomento del Gobierno central, del cual depende la Autoridad Portuaria de Balears (APB) a través de Puertos del Estado, quien decida sobre el futuro de un club como el de El Molinar. No parece lo más adecuado que una decisión trascendental como la del proyecto de reforma de dicha entidad, de ámbito estrictamente local, con las implicaciones sobre una parte emblemática de la ciudad, deba ser adoptada en última instancia por funcionarios y políticos de Madrid. A ellos no les incumbe este asunto.
El Ajuntament de Palma ha solicitado a la APB la paralización inmediata de la tramitación del proyecto de reforma hasta finalizar la modificación del Plan Especial del Puerto. A falta de respuesta por parte de la APB, hay que destacar lo acertado del planteamiento hecho por Toni Fuster y El Pi en cuanto a reivindicar que este espinoso asunto se resuelva y decida en las instituciones públicas de nuestra comunidad y en ningún caso desde Madrid, donde nada saben ni de El Molinar ni de lo que significa para todos los palmesanos este emblemático barrio de Palma.
