El miércoles pasado, Portugal quiso captar 500 millones de euros en los mercados de deuda y, como es de prever, los consiguió. Pero, pese a que era una emisión a seis meses, tuvo que pagar el doble que hace un año, llegando a superar ligeramente los 35 puntos básicos. (La deuda a corto tiene un tipo de interés mucho más bajo que la deuda a largo plazo, que en el caso de 10 años está por encima de los 55 puntos básicos.) Sin embargo, los mercados y los ministros de Economía están pendientes de esta semana, cuando Portugal tendrá que captar 20 millones de euros. Lo que en cualquier otro momento hubiera sido una emisión que no hubiera generado la menor expectación, puede llegar a tener tanto interés como un evento social. Después de Portugal, España, que tiene una situación económica mucho mejor, deberá empezar a sondear a los mercados para, alrededor de Semana Santa, renegociar o recolocar lo más sustancial de su deuda. Este martes, la edición alemana del Financial Times decía que los ministros de Economía están presionando a Portugal para que les reconozca sus problemas y poder hacer un plan coherente que evite semanas de incertidumbre, como sucedió con Irlanda, extremo que fue negado y que algunos expertos consideran inverosímil.
