Según el consistorio, se trata de las primeras demoliciones en Calvià en lo que va de siglo, dentro de una estrategia para esponjar áreas saturadas y recuperar suelo para uso ciudadano.
"Estas demoliciones no son un final, son el principio de un futuro más amable, habitable y sostenible para nuestro municipio. Para turistas y, sobre todo, para residentes. Con estos derribos, avanzamos en el proceso de esponjamiento y regeneración urbana, recuperando terreno para el uso público", ha dicho Amengual.
El alcalde ha agradecido a la presidenta Prohens la colaboración institucional en la gestión de recursos económicos y en la aplicación de la Ley de Turismo Responsable para concluir que "hoy, Calvià vuelve a ser la referencia turística del Mediterráneo occidental. Juntos somos imparables".
Prohens y Amengual han coincidido en calificar las demoliciones como un "hecho histórico". La presidenta ha señalado que "es un día que seguro será recordado por muchos años, por una actuación indiscutible de transformación de Paguera y de Magaluf, de Calvià y de todas las Illes Balears".
Ha apuntado que se trata de "una acción transformadora, que representa dejar atrás una oferta que ya no nos aporta valor como destino y que nos permite aprovechar el espacio para otros usos para los residentes […] una de las mejores expresiones de la transformación de nuestras Islas: de la apuesta por la contención, de la apuesta por el crecimiento en valor y no en volumen, y de la apuesta por el bienestar de los residentes".
INVERSIÓN DE 6 MILLONES DE EUROS
La compra del Hotel Teix se formalizó el pasado 20 de marzo, tras un acuerdo privado con los propietarios. El edificio llevaba años fuera de actividad y en avanzado estado de degradación. La operación, junto a la del Hostal Colón, ha contado con financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos europeos Next Generation, gestionados por el Govern balear.
La inversión total para la adquisición y demolición de ambos inmuebles asciende a casi 6 millones de euros. En el caso del Teix, la operación ronda los 4,3 millones, según fuentes municipales.
El Ayuntamiento remarca que estos derribos permitirán liberar espacio urbano y evitar que edificios sin uso sigan contribuyendo a la degradación del entorno. Tras su demolición, las parcelas se reconvertirán en espacio público, con usos por definir y orientados al vecindario.








