Prensa de ayer: según La Gaceta, la Intervención de Cort habría informado negativamente un contrato de jardinería con la empresa del novio de la expresidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, pese a lo cual se le adjudicó. Según El Mundo, un empresario gallego habría pagado 400 mil euros al ministro José Blanco, 300 mil a un consejero del gobierno gallego miembro del BNG y 200 mil a un diputado del PP, a cambio de subvenciones públicas. Uno siempre se queda con la pregunta de cuántas subvenciones tuvo que haber recibido este laboratorio para poder pagar sobornos de esta cuantía, si lo que declara este empresario es cierto. En la misma prensa de ayer nos enteramos de la dirección de dos cajas de ahorros gallegas se autoindemnizó con unos 20 millones de euros, al cesar en el cargo, tras dejar a las entidades en la ruina literal. Y, también en la misma prensa de ayer, aparece el dato estremecedor de miles y miles de nuevos parados, en lo que apunta ser una nueva oleada de desempleo y hasta de recesión económica. ¿Cuánto va a aguantar esta sociedad? Tengo la impresión de que se está jugando con fuego y de que cuando la gente no tenga nada que perder puede estallar.
