Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, revela que la atención materna protege contra el estrés en la infancia y también en la edad adulta.
Publicada en 'Frontiers in Behavioural Neuroscience', la investigación de Silvia Fuentes y dirigida por los doctors Roser Nada Y Antonio Armario, quería averiguar los efectos del estrés en la niñez.
Su experimento hizo uso de 30 ratas madres y 253 crías, en él comprobaron que exponer a situaciones de estrés en la infancia tiene efectos negativos a largo plazo en el comportamiento y el funcionamiento del sistema nervioso, uno de los puntos de riesgo para desarrollar psicopatologías.
Sometieron a los roedores a una restricción de material para construir los nidos, lo que provocaba estrés en las crías, las madres compensaron con atención hacia ellas la situación vivida.
La conducta materna protectora ha dado como resultado, que las crías en la edad adulta se adaptaban mejor a las situaciones de estrés, como si el estrés que sufrieron en la infancia les preparara para futuras experiencias estresantes.
De este modo, los experimentos han demostrado que, al llegar a la edad adulta, las crías que habían recibido la atención de sus madres durante la infancia están más protegidas ante las situaciones de estrés. “Tienen una menor reactividad endocrina al estrés y realizan estrategias de afrontamiento más activas ante nuevas situaciones estresantes".
Además, estos ratones protegidos por su madre en la infancia muestran "menos interés por situaciones nuevas, probablemente reflejo de una disminución de su 'búsqueda de sensaciones', rasgo de personalidad que los psicólogos asocian a la predisposición a las adicciones.








