No, no se preocupen, no es un atraco. En esta ocasión, la referencia imperativa a la cartera, no tiene connotaciones sobre la sustracción del billetero. O al menos, inicialmente es lo que parece. Me refiero a la reglamentación ministerial que actualiza la “Cartera” Común Básica de Servicios Asistenciales. La norma establece los nuevos criterios para detectar las enfermedades metabólicas en el recién nacido, amplia las campañas de prevención del cáncer, sistematiza la introducción de los estudios genéticos y reformula los criterios de acceso a la fecundación asistida. La actualización se asienta en tres criterios básicos. Por un lado busca racionalizar la introducción de los nuevos avances científicos, por otro garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario y en tercer lugar profundizar en la equidad. No es de recibo la evidente disparidad en la cartera asistencial de las 17 comunidades autónomas y las diferentes velocidades que rigen a la hora de introducir las innovaciones tecnológicas y las novedades farmacológicas. La modificación normativa se acompaña de una memoria económica. Va a permitir un ahorro global superior a los 65 millones, la mayor parte derivado de la limitación y acotación de los parámetros de acceso a la fertilización in vitro. Sin embargo el verdadero ahorro que producirán las campañas preventivas no se medirá en euros sino en años de vida libres de enfermedad. De todas formas, convendrán conmigo que la verdadera equidad territorial solo tendrá lugar el día en el que dejen de robarnos la “cartera”. El ciudadano balear el que más contribuye a la hacienda nacional y el que menos recibe. Urge la reforma de los criterios de financiación autonómica.





