El coordinador de Izquierda Unida, Manel Carmona, ha manifestado que Unió Mallorquina debería abandonar la escena política y ni siquiera presentarse a las elecciones. El tal Carmona, que debería acudir a un estilista si quiere aparecer en los carteles de su formación política, se ha atrevido a comparar a UM con los partidos que apoyan a ETA. Toma ya, Carmona diciendo quién puede presentarse a unas elecciones y quién no puede hacerlo, algo más propio de un régimen comunista en el que el dirigente de Izquierda Unida le gustaría vivir que de un Estado democrático como España. Conviene hacer algunas reflexiones al desmemoriado Carmona. No sé qué hacía este chico en 2007, pero sus camaradas Grosske, Santiago, Abril, Thomás, Rosselló y Cámara tuvieron cargo público gracias a los votos -ahora denostados- de Unió Mallorquina. No le hizo ningún asco Carmona y sus camaradas a los votos de UM en ese momento, y por el contrario todavía hoy algunos -los que siguen en IU ya que muchos se han marchado sin abandonar el cargo- se aprovechan de los apoyos dados por los nacionalistas en 2007. Si Grosske hubiese tenido un poco de dignidad hubiera dimitido, y lo mismo Cámara, Abril y Santiago, en definitiva, todos los que dicen sentir repugnancia por la situación que vive UM. Mientras tanto, que estos adalides de la democracia sean más prudentes y ya serán los jueces los que decidan si alguien está inhabilitado o no para presentarse a unas elecciones. En cuanto a Carmona, que intente no hacer el ridículo en las elecciones.
