El asunto que más rumorología ha creado en los últimos tiempos en Palma ya se ha convertido en motivo para la investigación de la Fiscalía Anticorrupción. Desde el momento en que el Govern de José Ramón Bauzá decidió convocar un concurso público para crear un segundo casino en Mallorca, empezaron a sucederse situaciones verdaderamente insólitas.
Era raro, raro que el primer teniente de alcalde del Ajuntament de Palma se 'mojara' permanentemente en público a favor de una de las tres candidaturas presentadas: la que suponía llevar el nuevo casino a la Platja de Palma. No hubiera llamado la atención si de las tres candidaturas sólo una fuera en la capital balear, pero había otra, la que ganó, la del Casino Teatro Balear. La tercera se llevaba el casino a Calvià.
Álvaro Gijón defendió una y mil veces la necesidad de que el nuevo casino fuera a parar a una zona, Platja de Palma, donde al calor del equipamiento lúdico iban a aparecer el primer hotel de cinco estrellas de ese núcleo más otros nuevos de 4 estrellas. Gijón lo hacía en público cada vez que se le preguntaba. Ante un concurso público hubiera sido más elegante utilizar aquello de "mientras el nuevo casino venga a Palma, este equipo de gobierno se dará por satisfecho". Pero no. Siempre se apostó por un proyecto concreto. Poco fino.
A partir de ahí, empezó a funcionar un rum-rum político y empresarial que señalaba lo sospechoso de ese interés. Más aún cuando, al ganar el concurso el otro proyecto palmesano, el Ajuntament de Palma empezó a asfixiar su desarrollo desde todos los ángulos posibles tras un informe municipal de ideoneidad claramente favorable.
El caso es que no hay nuevo casino aunque las obras están finalizadas y más de cien trabajadores dispuestos a empezar a trabajar tras un notable proceso de selección de personal. Todo cuando menos muy extraño.
La vox populi de la época -y quién sabe si algún indicio- ha llevado a Anticorrupción a investigar la gestión de Gijón durante todo ese largo proceso. Toca pedir que los investigadores lleguen hasta el final y que el exteniente de alcalde pueda explicar y -si es necesario- justificar su inocencia. Será bueno para todos.
