La guerra silenciosa

¿Por qué hay guerra si en el colegio nos enseñan a que hay que llevarse bien y celebramos el día de la paz? Este testimonio seguro que se habrá repetido en miles de escuelas estos días cuando los profesores hayan reflexionado con sus alumnos en torno a lo que está sucediendo en Ucrania. Lamentablemente, esta guerra está calando en la población mundial porque se están poniendo de manifiesto las tropelias de un gobernante demodé al que los suyos propios ya empiezan a darle la espalda.

El estruendo de esta guerra no silencia el resto de conflictos Internacionales que se suceden en el globo. Las ofensivas que se suceden desde hace ya unos años en el oriente próximo, el salto de la valla en Melilla, el hambre del tercer mundo... todas elles están, sin duda, conformando el panorama internacional del nuevo orden mundial. Una colega periodista hace unos días evidenció con una pregunta al primer ministro británico si lo que se estaba consintiendo por parte de las primeras potencias eran los prolegómenos al inicio de la tercera guerra mundial.

Sea lo que fuere, lo que realmente está sucediendo es que los principios y valores que desde la escuela estamos trasladando a los menores son totalmente contrarios a lo que los gobernantes de muchos paises practican sobre sus territorios. ¿De qué sirven entonces los objetivos educativos 2030 sobre los que versaran nuestros nuevos currículos? ¿De qué sirve que en los centros educativos trabajemos de manera transversal los principios éticos de tolerancia, respeto, paz? ¿De qué sirve que en los centros educativos resolvamos los conflictos a través de las prácticas restaurativas y no a través de sistemas punitivos?

Ahora mismo, de muy poco porque la realidad de la sociedad que nos rodea no materializa lo que en la escuela se enseña. Y ya no solo eso, sino también la información subliminal que nos llega desde los medios de comunicación. Es curioso ver cómo colisiona el lenguaje de los medios con la ética professional y el código deontológico de algunos colegas míos periodistas. Y de esto, los jóvenes son conscientes. Mis alumnos del último curso de bachillerato me han propuesto llevar a cabo un trabajo de investigación sobre los eufemismos y la semántica en las informaciones de guerra.

Por mucho que avancemos en la escuela, si la sociedad no avanza en la misma dirección siempre estaremos enquilosados en el mismo punto. Un punto que la historia nos ha demostrado que no deberiamos volver.