La intervención de la presidenta de CAEB, Carmen Planas, durante la X Gala del Empresario celebrada en Menorca, dibuja un mensaje clave para el tejido productivo de las Islas: “diversificar no es decrecer, es crecer mejor”.
Ese enunciado debe servir, más que como lema retórico, como columna vertebral de una estrategia económica que deje de depender de un solo motor —el turismo— y apueste por una estructura más robusta, equilibrada y sostenible.
Planas puso sobre la mesa una realidad ineludible: “Nuestra principal industria es el turismo. Vivimos del turismo. Pero turismo no es sólo alojamiento: es industria, es cultura, es gastronomía, es salud, es innovación. […] Diversificar es hacer más cosas de las que ya hacemos. Y no es dejar de hacer cosas que hacemos para hacer otras. Y, sobre todo, dejar de hacer aquello que hacemos bien y en lo que somos líderes mundiales.” En otras palabras: Baleares no puede permitirse abandonar lo que ya domina para lanzarse a lo desconocido, sino ampliar su campo de acción conservando sus fortalezas.
Ese planteamiento de la CAEB acierta en varios frentes. Primero, en descartar que diversificación equivalga a desvincularse del turismo. Por el contrario, se aboga por un crecimiento que lo complemente y potencie. Segundo, en vincular la diversificación con la innovación, la industria auxiliar, la biomedicina, el dato y la agricultura de alto valor añadido —áreas que Planas identificó como “vías para solucionar problemas enquistados” como la movilidad, la vivienda o el déficit de personal. Este es un enfoque pragmático, lejos de utopías: aprovechar el capital de la Comunidad Autónoma, el talento y los recursos disponibles.
Baleares no puede permitirse abandonar lo que ya domina para lanzarse a lo desconocido, sino ampliar su campo de acción conservando sus fortalezas
Ahora bien: el compromiso no puede quedar en palabras. Para que el mensaje de la CAEB se convierta en realidad necesita de una marcha coordinada entre administraciones, sector privado y sociedad civil. Apoyo institucional, inversiones orientadas, formación especializada, infraestructuras adaptadas. Planas lo dejó claro al reclamar “apoyo institucional” para facilitar inversiones en Baleares. En ese punto, la política debe transitar del discurso a la acción.
Baleares se encuentra en un momento de cambio estructural. La apuesta por diversificar no es un desvío del camino turístico sino una mejora del recorrido. La CAEB ha señalado un norte. Ahora corresponde al entorno empresarial y al Govern actuar para que esa diversificación no quede en buen titular, sino en crecimiento real y de futuro.





